Rodrigo Mortara, Gerente general de Despapeliza
Quienes conformamos actualmente la fuerza laboral somos personas que crecimos en un mundo muy diferente a la realidad que vemos hoy. A dos décadas de haber iniciado el siglo 21, somos parte de una sociedad más consciente del impacto de sus acciones realizadas en pos de la modernidad y el desarrollo. Hace un siglo atrás las chimeneas con humo eran sinónimo de progreso, las estanterías llenas de papeleo eran interpretadas como ‘negocio boyante’ y los basureros repletos de envoltorios eran vistos como señal de poder adquisitivo.
Ahora el papel -en casi todos sus usos- va en retroceso. Sí, seguiremos utilizando celulosa para productos relacionados con la higiene y algunos tipos de empaques, pero todo lo relativo a documentos ha migrado -y debe continuar haciéndolo- hacia lo virtual. Contamos con tecnología avanzada para digitalizar y mantener alojados en plataformas todo tipo de archivos, desde contratos hasta boletas de servicios, informes, reportes, formularios y todo tipo de documentación que pasaba por la impresora. ¿Si no nos ‘despapelizamos’, cómo aportaremos al cumplimiento de acuerdos internacionales como el Acuerdo de París? Frenar el cambio climático es nuestra responsabilidad como humanos que hemos heredado una mala costumbre, aún estamos a tiempo de mantenernos en temperaturas pre-industriales dando tan solo un paso a la vez.
No hacen falta grandes acciones para frenar de una sola vez el cambio climático, requiere de un compromiso diario con una manera diferente de hacer las cosas, una mirada distinta hacia cómo operar nuestros negocios y una consciencia sobre el origen de los recursos que utilizamos y el impacto que tiene en el ambiente cada hoja impresa. Seamos el cambio, ‘despapelizémonos’.