¿Cuál es la contribución de la naturaleza a la economía? Además de su valor intrínseco, aire y agua limpios y los ecosistemas saludables, tienden a darse por sentados en los análisis económicos. Pero un nuevo informe sobre Economía de la Biodiversidad encargado por el gobierno británico y elaborado por Partha Dasgupta de la Universidad de Cambridge, señala que, al pasar por alto el papel que juega la naturaleza en la actividad económica, los economistas subestiman los riesgos del daño ambiental para el crecimiento y el bienestar humano.
La revisión del profesor Dasgupta argumenta con firmeza que los servicios proporcionados por la naturaleza son un insumo indispensable para la actividad económica. Entre ellos, los complejos ecosistemas dentro del suelo que reciclan nutrientes, purifican el agua y absorben el carbono atmosférico.
El informe liderado por Dasgupta presenta el primer marco económico integral de este tipo para la diversidad biológica. “El crecimiento y el desarrollo económicos verdaderamente sostenibles significan reconocer que nuestra prosperidad a largo plazo se basa en reequilibrar nuestra demanda de bienes y servicios de la naturaleza con su capacidad para suministrarlos. También significa tener plenamente en cuenta el impacto de nuestras interacciones con la naturaleza en todos los niveles de la sociedad. (…) La naturaleza es nuestro hogar. La buena economía exige que la gestionemos mejor”, dijo Sir Partha Dasgupta en el lanzamiento del informe.
“La supervivencia del mundo natural depende de mantener su complejidad, su biodiversidad. Arreglar las cosas requiere una comprensión universal de cómo funcionan estos complejos sistemas. Eso también se aplica a la economía. La Revisión sostiene que la naturaleza es nuestro activo más preciado y que la disminución significativa de la biodiversidad está socavando la productividad, la resiliencia y la adaptabilidad de la naturaleza. Esto, a su vez, ha puesto en riesgo nuestras economías, medios de vida y bienestar”, dijo Sir David Attenborough, acerca de las conclusiones del estudio.
“Esto viene a confirmar la necesidad de un cambio urgente y transformador en la forma en que pensamos, actuamos y medimos el bienestar integral del planeta, reequilibrando la relación entre el ser humano y las otras especies y fortaleciendo las políticas y herramientas públicas para la protección de la naturaleza”, explica Eugenio Rengifo, director ejecutivo de Amigos de los Parques, sobre este informe. “En pleno proceso constituyente es clave poder incluir estos debates entre quienes sean elegidos para redactar la nueva Carta Magna, con una mirada histórica de este falso dilema entre economía y naturaleza. No hay economía sin un planeta sano”, agregó.
Crédito fotografía en Parque Nacional Patagonia: María José Hess