Juan Ignacio Guldman, gerente de operaciones de Völmark
Sin duda, el e commerce fue una de las tendencias que se consolidó durante 2020. Venía al alza, es cierto, pero la pandemia, confinamientos y una digitalización acelerada para todos los segmentos de la sociedad fueron factores que gatillaron un auge sin precedentes.
Cifras hay muchas, y varían, pero sabemos que para 2021 se estima que 2.100 millones de personas comprarán en línea. A eso se suman los peaks en fechas clave como fueron las semanas previas a navidad, donde las órdenes de envíos por compras online en Chile se elevaron un 387%, de acuerdo con una investigación de una compañía nacional de tecnología y logística.
Asumiendo que el mercado y los consumidores seguirán operando de la misma forma, el desafío es optimizar el proceso final del despacho hasta el domicilio del cliente, con mayor rapidez y menos costos. Se trata de una etapa crítica, conocida como la última milla, que hoy es foco de atención de miles de empresas que buscan opciones más eficientes y sustentables. Y aunque parece algo simple, está lejos de serlo, porque suele ser la parte más costosa y lenta del despacho, debido al tráfico y las largas distancias a recorrer para una cantidad menor de envíos, entre otras variables. De hecho, el World Economic Forum alertó que el mundo del reparto debe hacer cambios que permitan reducir sus impactos en la ciudad y el medioambiente, dado el aumento del número de vehículos de entrega.
En ese escenario, las e cargo bikes pueden jugar un rol clave, pues no sólo permiten recorrer distancias más rápidamente, sino que también reducir costos y aminorar el impacto ambiental. Y si bien todo esto se asocia al reciente siglo, la verdad es que no es algo nuevo. Según datos de la Asociación de Logística Ciclista, la primera bicicleta de carga data de hace más de 100 años, con el modelo John Long de la danesa Smith Co and Company, que con un innovador diseño para la época era capaz de transportar hasta 100 kilos.
Por supuesto, hemos evolucionado. Los materiales y funcionalidades se han modernizado, logrando bicicletas más livianas y seguras en respuesta a un mercado que ansía avanzar en esta línea. Desde Völmark así lo hemos asumido y hoy uno de los focos de desarrollo es la línea orientada a satisfacer esta necesidad. La bicicleta E-Cargo más requerida, soporta una carga de hasta 150 kilos y puede alcanzar hasta 60 kilómetros de autonomía, tras un tiempo de carga de 5-6 horas, y una velocidad de hasta 25 km/hora. Contamos también con una opción más económica que incluye dos parrillas que sostienen hasta 25 kilos cada una y alcanza una autonomía asistida de 50 kilómetros. Y nuestro último paso fue traer a Chile la marca de alta gama Riese & Müller, catalogada como la mejor del mundo según la revista E Bike, que no sólo resiste hasta 200 kilos, sino que también es ideal para transportar con seguridad y comodidad hasta 3 niños, con asientos especiales en la zona de carga y una práctica cubierta que protege de la lluvia.
El objetivo hoy es llegar a la mayor cantidad posible de usuarios y masificar esta tecnología, rompiendo mitos y siendo capaces de entregar respuestas adecuadas en post venta. Sólo así avanzaremos al mismo ritmo que el e commerce, cambiando paradigmas de consumo e impactando favorablemente el bienestar, no sólo de las personas sino también del medio ambiente.