Virtualizar la jornada laboral ya no es sólo una opción, es una tendencia mundial que llegó para quedarse.
El trabajo remoto es una realidad que ha llegado a los mercados laborales de todo el mundo y, rápidamente, se ha convertido en una de las principales tendencias profesionales. Esto gracias a los avances en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), el desarrollo social, educativo, económico y empresarial de las últimas décadas.
Sin embargo, el trabajo remoto no es algo nuevo. El concepto tiene más de 40 años y se le debe al científico Jack Nilles, quien trabajaba remotamente (desde su casa) en un sistema de comunicación para la NASA. Nilles propuso la “telecomunicación” como una herramienta de beneficio para liberar vialidades, aprovechar los recursos renovables y ahorrar tiempo. Así nació el concepto que hoy conocemos como trabajo remoto y, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se convertirá en la forma habitual de organizar el mercado laboral.
Este nuevo paradigma ha llevado a múltiples empresas a ofrecer el trabajo remoto como una opción para sus empleadores y colaboradores, incluso gobiernos han creado reformas en sus leyes del trabajo para regularlo y dar algunas directrices de buenas prácticas de esta modalidad laboral.
La OIT indica en un reciente informe que Estados Unidos, Colombia, Japón, Suecia y Finlandia son los países donde más se practica el trabajo remoto, y sitúa a América Latina y el Caribe como una región donde comienza a estar en auge.
El trabajo remoto ya mostró sus ventajas y los beneficios que puede aportar, tanto para el empleador como para el empleado. Distintos estudios han demostrado que, si se usan de forma adecuada los recursos tecnológicos, aumenta la productividad, la calidad de vida, hay ahorros económicos para las compañías, y aumenta la calidad del trabajo.
Sobre esto último, Alexander Torrenegra, inversionista, empresario colombiano y fundador de la plataforma Torre, coincide: “Trabajar a distancia puede ser una experiencia tan poderosa como transformadora. El talento no debe ser desperdiciado”.
Dicha plataforma se enfoca en aumentar la productividad de los trabajadores, reducir el costo en la operación de las empresas y reunir talento en un mismo espacio. Organiza los perfiles profesionales de miles de personas latinas para que puedan ser localizados por esas empresas, tanto estadounidenses como latinoamericanas, que buscan su talento.
Esto permite que la experiencia, habilidades y fortalezas de cada postulante sean accesibles para las compañías, logrando que el talento “viaje” a otras partes del mundo. Además, a través de Torre, el talento tiene acceso a ofertas de trabajo en otros países, lo que propicia el ingreso en moneda internacional y la expansión del mercado laboral.
“Llevo creando compañías con equipos remotos poco más de 18 años, y aunque también he tenido compañías basadas en oficina, me encanta el trabajo remoto, me ha dado un montón de conocimientos, hay mucho que aprender”, explica Torrenegra.
Otros beneficios del trabajo remoto
- Enriquece el horizonte laboral: Las empresas pueden trabajar remotamente con talento de diferentes partes del mundo, lo que enriquece procesos de ejecución y permite conocer el know-how de cada región.
- Aporta diversidad: Estudios han comprobado que mientras más diverso es el background de un equipo de trabajo, más probabilidades hay de que nazcan ideas innovadoras.
- Mejor integración de la vida y el trabajo: Es posible encontrar profesiones que realmente te apasionen, para que el trabajo sea parte de tu vida. Además, puedes compartir tiempo importante con la familia, y ahorrar dinero al no tener que trasladarte a una oficina, lo cual también disminuye el esfuerzo físico y estrés impactando positivamente la calidad de vida.
- Mejores salarios: Existe una conversión favorable en salarios para Latinoamérica si vives en algún país de la región y trabajas remotamente para una empresa basada en los Estados Unidos, lo que es una motivación importante.
Sin duda el trabajo remoto se perfila como el futuro del mundo laboral, al transformar el talento y la fuerza de trabajo local en una fuerza de trabajo global que favorece el desarrollo socioeconómico del mundo. Ahora es tarea de los trabajadores y las compañías unir fuerzas para sacar el máximo provecho a este paradigma laboral que llegó para quedarse.