Alianza estratégica para el uso industrial de tecnologías con bajo CO2 con enfoque en la producción de hidrógeno, las bombas de calor y la mejora en capacidad de la red eléctrica
Como parte de una asociación estratégica, BASF y Siemens Energy planean acelerar la implementación comercial de nuevas tecnologías diseñadas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Combinando la experiencia tecnológica de BASF con la innovadora cartera de productos y servicios de Siemens Energy, BASF pretende ampliar su papel de liderazgo en la reducción de las emisiones de CO2 en la producción química. Se están estudiando varios proyectos piloto en su planta de Ludwigshafen. La sede de BASF es uno de los sitios de producción química más grandes del mundo.
Los posibles proyectos piloto incluyen la construcción de un electrolizador PEM (membrana de intercambio de protones) para la producción de hidrógeno con una potencia de 50 megavatios con la posibilidad de expansiones de capacidad modular y la instalación de una bomba de calor térmica de alta temperatura de 50 para generar vapor de proceso a partir del calor residual en una planta de producción. Además, se está evaluando una modernización de la red eléctrica en el site de Ludwigshafen, utilizando productos digitales y optimizados para CO2 de Siemens Energy. Otro estudio para evaluar el potencial de desarrollo de un sistema común y convertidor catalítico en un esfuerzo por aumentar la eficiencia de las plantas de electrólisis (electrólisis PEM) y para la colaboración en la generación de electricidad a partir de energía eólica.
Christian Bruch, Director Ejecutivo de Siemens Energy AG, señala que “BASF ocupa una posición de liderazgo en la industria química y es pionera en el área de innovación para la producción de productos químicos compatibles con el clima. Numerosas tecnologías futuras se encuentran aún en fase temprana de desarrollo. Agrega que, al unir fuerzas con BASF, buscan aprovechar la experiencia adquirida en proyectos piloto como base para la implementación de nuevas tecnologías y conceptos y, de este modo, desempeñar un papel activo en la configuración de la transición energética en la industria de procesos. “Nuestro objetivo estratégico, en nuestro rol de socio confiable y experimentado para todo tipo de sistemas de energía, es ayudar a abordar la creciente demanda de bienes y servicios y, al mismo tiempo, contribuir al logro de los objetivos de protección climática que abren el camino hacia un mundo más sostenible”.
Por su parte, Martin Brudermüller, CEO de BASF SE, indica que “al cooperar con Siemens Energy, nos beneficiamos de la experiencia de un socio de alto nivel para implementar nuestra gestión de carbono, un socio con el que podemos realizar proyectos de escala comercial. En BASF, queremos desarrollar e implementar nuevas tecnologías bajas en CO2 lo más rápido posible. Si queremos utilizar estas tecnologías a gran escala, necesitaremos un marco regulatorio adecuado y un apoyo específico. Para esto, necesitaremos electricidad renovable en grandes cantidades y a precios competitivos”.
BASF ha buscado una mayor reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero dentro del alcance de su Gestión del Carbono desde 2018. Hasta el año 2030, se prevé que el nivel absoluto de emisiones de BASF no supere el de 2018. El aumento sustancial previsto en los volúmenes de producción implica una nueva reducción de la intensidad de las emisiones en alrededor del 30% en este período. Junto con la disponibilidad de tecnologías desarrolladas recientemente y el mayor uso de energías renovables, BASF también apunta a reducir aún más sus emisiones en términos absolutos más allá del año 2030. Esto conducirá a un aumento significativo en la demanda de electricidad de BASF a partir de fuentes renovables.
BASF y Siemens Energy han firmado un memorando de entendimiento para su asociación estratégica, que se centrará sobre todo en apoyar a la empresa química en el logro de sus ambiciosos objetivos climáticos. Para Siemens Energy, la asociación representa un paso clave para conseguir sus objetivos estratégicos: generación de electricidad y calor con bajas emisiones o sin ellas, transmisión y almacenamiento de electricidad, una menor huella de carbono y un menor consumo de energía en los procesos industriales, al igual que el apoyo a una economía sostenible del hidrógeno.
BASF y Siemens Energy se esforzarán por estudiar los proyectos piloto identificados para su viabilidad técnica y comercial lo antes posible con el fin de poder cuantificar de forma fiable las inversiones necesarias y poner en marcha la ejecución de los proyectos piloto dentro del alcance de las condiciones vigentes actuales.