Cómo una gran oportunidad de poder mirar hacia adelante y proyectar cómo seguiremos haciendo empresa define José Antonio Garcés, Director de Embotelladora Andina y miembro fundador de “Un Nuevo Equilibrio”, la etapa que estamos viendo en Chile.
En #ConversamosCon de Diario Sustentable abordamos su mirada sobre hacer empresa hoy y los exitosos proyectos de reinserción laboral de ex privados de libertad que realiza Embotelladora Andina.
“Es importante el rol que jugamos como empresarios en generar la cultura del buen trabajo, bien remunerado y participativo”, señaló Garcés, miembro fundador de “Un Nuevo Equilibrio” (UNE), organización que nació en octubre del 2020 para trabajar en tres líneas de acción: País, Reactivación Económica y Sostenibilidad de las empresas.
¿Cómo ves el papel de la empresa en la sociedad actual?
La empresa es parte de un ecosistema que interactúa con todos los miembros de la sociedad, por eso mismo, no pueden estar ajenos a los temas de sociedad. Cuando definimos sociedad como el lugar donde interactuamos todos, donde debemos organizarnos, con reglas, con derechos y con deberes para poder convivir, nos obliga a estar muy presentes, y no como espectadores, sino que, al contrario, como agentes de cambio para ir adaptando el sistema a los cambios de los nuevos tiempos.
Es importante el rol que jugamos como empresarios en generar la cultura del buen trabajo, que sea bien remunerado y participativo, que se entreguen buenos productos y servicios, que exista una identificación con lo que hacemos, ser conscientes del impacto en el medio ambiente y en todo lo que hacemos para así tomar el resguardo pensando en las próximas generaciones.
El actual escenario da una gran oportunidad: ¿Qué proyecciones tienen?
El objetivo de estar presentes en la actividad pública es por el compromiso que tenemos con el país, queremos seguir haciendo empresa en Chile, sabemos que estamos en un momento complejo de incertidumbre y crisis económica luego del 18 de octubre y la pandemia, pero se nos da una gran oportunidad de poder mirar hacia adelante y proyectar cómo seguiremos haciendo empresa.
Para esto nos hemos fijado tres ámbitos de acción: uno es “país”, donde pretendemos discutir una “visión de país” preguntándonos ¿cuál es el Chile con el que soñamos? y ¿qué transformaciones debemos hacer?, por otro lado, la “reactivación”, donde buscamos acciones concretas para aprovechar todas las potencialidades de nuestro país, y por último “sostenibilidad”, donde buscamos reinstaurar un diálogo entre empresa y sociedad, y definir cuál es el tipo de empresa que se merece nuestro país.
¿Es una invitación abierta?
Invitamos a que las empresas de todo el país, independientemente de su tamaño, participen en esta instancia de diálogo y escucha, para poder discutir -buscando convencer y que nos convenzan- en un tono distinto al que nos estábamos acostumbrando. Para esto el rol de las regiones es de suma importancia, no creemos que las cosas se deban definir en el centro del país, cada región tiene sus alegrías y dolores, y ¿quién los conoce mejor que los empresarios y emprendedores de cada rincón del país?
La experiencia de reinserción laboral de Embotelladora Andina
Embotelladora Andina junto al Centro de Apoyo para la Inserción Social (CAIS) trabaja en generar espacios laborales que permitan la reinserción individual, familiar, sociolaboral y comunitaria de personas que han presentado conflictos con la justicia. El programa lleva tres años operando y las personas han logrado reducir su tasa de reincidencia desde el 70% al 10%.
¿Cómo ha sido la experiencia de reinserción entre Embotelladora Andina y el Centro de Apoyo para la Inserción Social (CAIS)?
Cuando miramos la historia completa a lo largo de estos 4,5 años los resultados son positivos. Prueba de eso es que en algunos indicadores este grupo de trabajadores tiene mejores resultados que el promedio de los trabajadores de Andina. El tiempo de permanencia tiende a ser un 40% mayor en este grupo y las tasas de efectividad en el reclutamiento son mejores. Desde otra mirada, los trabajadores tienden a mostrar altos niveles de compromiso y agradecimiento con su trabajo, donde se valora la oportunidad y es una experiencia que no sólo impacta positivamente al trabajador, sino que también a todo su entorno y la sociedad.
¿Cuál es el rol de la empresa en la reinserción laboral de ex privados de libertad?
El rol de la empresa se traduce en ser el último eslabón necesario para dar cumplimiento al programa de reinserción. Para esto, se entregan vacantes específicas y aseguradas al CAIS (Centros de Apoyo para la Inserción Social – que promueve Gendarmeria), por las cuales los usuarios del programa puedan acceder a una posición laboral dentro de Andina. Para eso se realizan entrevistas específicas con este grupo de personas y en tiempos distintos que un postulante de otro canal.
Un rol relevante también es mantener una coordinación permanente con los profesionales del CAIS, para ir intercambiando información de los usuarios del programa, así como para poder ir levantando y conversando cualquier desafío, aprendizaje, dificultad o éxito que vaya ocurriendo en el camino.
¿Cuáles han sido los principales desafíos?
Los principales desafíos se dieron al comienzo del programa, donde teníamos distintos prejuicios que debimos abordar como organización. Fue desafiante en un comienzo porque sentíamos que como organización no estábamos lo suficientemente maduros para comenzar con este programa, y además, debíamos generar una convicción en todas las personas que se involucraron en él (Gerencia General, RRHH y jefaturas claves de las áreas que reciben candidatos).
Por lo anterior, decidimos comenzar piloteando el programa en un centro de distribución, y cuando la evidencia nos mostró que los resultados eran positivos, se extendió a la totalidad de los centros. Con el tiempo estos prejuicios iniciales se rompieron, y hoy, el desafío consiste en mantener el programa con fuerza en forma permanente en el tiempo.
¿Qué consejos le darías a otras empresas que quieran desarrollar proyectos de reinserción laboral de ex privados de libertad?
Que las empresas estamos llamadas a ser el reflejo de la sociedad o incluso hacer lo necesario para influir positivamente en ella, y las personas que estuvieron privadas de libertad son parte también de esta sociedad. ¿Por qué tenemos que esperar a que llegue una ley el día de mañana a decirnos cuál es la cuota obligatoria de personas que están o estuvieron privadas de libertad?.
Adicionalmente, la evidencia de Andina ha mostrado que los resultados son positivos, no solamente desde el lado social, sino que también en indicadores de productividad y permanencia de este grupo de trabajadores.
El consejo principal es atreverse a perder el miedo y romper los prejuicios. Que puedan probar con algunos casos si aún no están convencidos, y que se acerquen a las instituciones para poder resolver cualquier duda que tengan en estas temáticas.
¿Cuáles son las claves para reducir su tasa de reincidencia desde el 70% al 10%?
La clave es que la cadena de reinserción pueda funcionar de manera correcta en todas sus etapas. En primer lugar, es clave que el futuro trabajador acogido voluntariamente a este programa quiera empezar y hacer un cambio (ellos ingresan voluntariamente al CAIS).
En segundo lugar, que los profesionales del CAIS puedan trabajar correctamente las distintas etapas y áreas de un proceso que tarda meses y les permite entregar habilidades que las personas antes no tenían (integración social, apoyo psicológico, capacitación, adaptación, normas, etc).
En tercer lugar, cuando la persona ya quiso hacer un cambio y pasó por el programa de reinserción, debe existir la posibilidad efectiva laboral, que es donde entran en juego las empresas. Si no existe una oportunidad concreta al final de este período, no es posible materializar efectivamente la reinserción. Cuando estas tres etapas funcionan correctamente, se baja la reincidencia al 10%. En resumen, todos los actores son relevantes para materializar esta baja de tasa.