Por Dafne Crutchik, directora carrera Ingeniería Civil en Energía de la Universidad Adolfo Ibáñez
En un contexto de cambio climático, uno de los grandes desafíos que enfrenta el sector energético a nivel nacional y mundial, es conseguir que la energía sea entregada y utilizada de manera sostenible. Las nuevas exigencias medioambientales han llevado al sector energético a reducir su consumo de combustibles fósiles, en particular el carbón. En concreto, la meta a nivel nacional es que al año 2050 el 70% de la energía consumida provenga de fuentes renovables.
Se espera que el gas natural cumpla un rol importante en la transición hacia un sistema energético con una mayor componente renovable, donde las tecnologías de generación (solar y eólica) y el desarrollo de nuevos combustibles (hidrógeno verde, amonio, biogás y biomasa) se vuelven cada vez más accesibles. La meta planteada implica grandes retos, como adaptar la matriz energética, promover la electromovilidad, y fomentar la eficiencia energética a nivel domiciliario e industrial.
La diversificación de la matriz energética debe compatibilizar el desarrollo energético con la conservación del medio ambiente. Para ello, es fundamental que los efectos ambientales y sociales sean anticipados, considerados y gestionados con el fin de desarrollar un sector energético donde la protección al medio ambiente sea tan importante como el beneficio económico. Por otra parte, la sostenibilidad exige que los usos de la energía se hagan de manera cada vez más eficientes y aplicando los principios de la economía circular. Esto implica un desarrollo energético con menos uso de recursos naturales, mayor uso de energías renovables, cero residuos y reutilización de materiales.
Una ecuación que involucra un crecimiento económico, desarrollo energético y protección del medio ambiente no es sencilla de resolver. Es por esto que resulta fundamental contar con profesionales que sean capaces de desarrollar proyectos energéticos viables con las nuevas tecnologías, preocupándose al mismo tiempo de su impacto en el medio ambiente. Es así como la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez, dentro de su compromiso por la construcción de un mundo sostenible, ha creado la carrera de Ingeniería Civil en Energía, la que busca formar ingenieras e ingenieros que dominen los aspectos técnicos y de gestión involucrados en la producción y el consumo sostenibles de energía.
Especializarse en esta área les permitirá relacionarse con las tecnologías convencionales y renovables involucradas en la producción, consumo y transmisión de energía, como asimismo, conocer sobre las últimas tendencias en eficiencia energética, redes inteligentes y planificación energética. De esta forma, los egresados estarán capacitados para proponer, aplicar y gestionar soluciones en el sector energético, con criterios de desarrollo energético sostenible en empresas privadas e instituciones, tanto de la industria eléctrica, como en sectores productivos donde el consumo energético es crítico en la operación.
Nuevas tecnologías, desarrollo de una consciencia social sostenible, nuevas políticas públicas energéticas y una economía que avanza hacia la circularidad, requiere de una nueva visión para resolver juntos problemas que aún no encuentran respuestas.grado carrera