Desde el 2019, AFIPA participa en el proyecto de Conservación de Especies Amenazadas – ejecutado por el Ministerio del Medio Ambiente de la Región de Arica-Parinacota,.
Este es implementado por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF)- capacitando a agricultores, comunidad escolar y sociedad civil de la región en buenas prácticas agrícolas para la conservación del picaflor de Arica y de la biodiversidad de la región.
La diversidad de paisajes es uno de los atributos característicos de la Región de Arica y Parinacota. En virtud de la presencia de valles, desierto, costa y altiplano, se crea en el extremo norte de Chile un ecosistema especialmente rico en el desarrollo de especies terrestres y marinas, que atraen a visitantes y turistas, y que resultan básicos para el bienestar de las personas y del entorno paisajístico.
La explosiva expansión de predios agrícolas y cultivos en invernaderos, unido a la extensión de obras de infraestructura en zonas antes santuarios de la naturaleza- en desmedro de especies vegetales nativas, han producido una degradación de los ecosistemas existentes.
Una de las especies más dañadas ha sido el Picaflor de Arica (Eulidia yarrellii), ave endémica e importante polinizador, que se encuentra en peligro crítico de extinción. Según datos del Ministerio del Medio Ambiente para el año 2019, sólo sobreviven actualmente 493 ejemplares, que se localizan en los valles de Azapa, Vítor, Chaca y Camarones.
El Ministerio del Medio Ambiente y la FAO, a través del Proyecto para la Conservación de especies amenazadas, emprendió el año 2019 un ambicioso proyecto educativo dirigido a la comunidad escolar, a la sociedad civil y profesionales de servicios públicos, para crear conciencia de la necesidad de conocer y conservar la biodiversidad de la región, compatibilizar un sistema productivo intensivo con buenas prácticas agroecológicas, y recrear los hábitat para especies nativas que atraigan la llegada de controladores biológicos y polinizadores. En esta iniciativa son socios co ejecutores CONAF y AFIPA, siendo AFIPA el único socio privado que es parte de la ejecución del Programa educativo.
Paula Arévalo, coordinadora Regional del Proyecto Conservación de especies Amenazadas, del que es parte el Programa de Educación para la conservación del Picaflor de Arica, menciona el valor de la educación ambiental y de este programa en particular que tiene un enfoque en transmitir conocimientos para ser llevados a la práctica y que transforme a cada individuo en un factor de cambio. Talleres para la identificación de la especie, la flora asociada a su ciclo de vida y cómo propagar estas plantas son parte del programa, pero además un enfoque hacia la agricultura sostenible que incorpora estrategias para la reducción del uso de pesticidas y la mejora de los corredores ecológicos a través de la restauración de estos con flora nativa y funcional a controladores biológicos que son parte del manejo integral de cultivos con uso reducido de pesticidas, no solo para la mejora de la salud ambiental, si no que para la salud de los propios consumidores. Destaca la participación de AFIPA a través del área de RSE, ya que esto demuestra que el mundo privado es fundamental para el logro de objetivos del propio Estado.
AFIPA, a través de su área de Capacitaciones, ha estado involucrada en este proyecto desde el año 2019, con la realización de 11 talleres de capacitación en Manejo Integrado de Plagas y Buenas Prácticas Agrícolas a más de 230 agricultores de las localidades de Azapa, Codpa, Chaca, Illapata, Caleta Vítor, entre otras.
“Para AFIPA uno de los principales objetivos es educar a distintos públicos sobre buenas prácticas agrícolas que permitan una agricultura más sostenible para el medioambiente, capacitando a las personas del agro en el uso de herramientas preventivas, de manejo y control de las plagas que minimicen el uso de agroquímicos. Desde el año 2019 que colaboramos con el Programa de Educación Ambiental para la conservación del Picaflor de Arica capacitando en una primera etapa a agricultores y luego a escolares, docentes y profesionales de los servicios públicos, sobre la importancia de implementar técnicas agrícolas que favorezcan la biodiversidad en esta zona y que, en consecuencia, proteja a esta especie en peligro de extinción. Ver cómo pequeños y medianos agricultores y comunidades de la región aplican estos conocimientos en sus huertos y cosechas es motivo de gran satisfacción para nosotros”, señaló Roxane Flores, coordinadora de capacitaciones de AFIPA.
Como parte de esta misma iniciativa, este año AFIPA realizó 4 talleres, que fueron impartidos a la comunidad educativa y a los funcionarios de Servicios Públicos y sociedad civil de la Región de Arica y Parinacota, los que versaron sobre Huertos Educativos y Funcionales y sobre sensibilización en la producción orgánica y uso correcto de agroquímicos. Adicionalmente, AFIPA se comprometió a conformar una mesa de trabajo para determinar las buenas prácticas agrícolas aplicables a la conservación del Picaflor de Arica, generar un documento técnico sobre estas buenas prácticas y capacitar a los agricultores y otros actores de la región en el marco del plan de Recuperación Conservación y Gestión (RECOGE) de Picaflor de Arica.