Incluso en medio de un débil crecimiento del PIB, las compañías que se preocupan del bienestar de sus empleados pueden ver un crecimiento de sus ingresos del 5 por ciento, en momentos en que se prevé que los ingresos de las empresas a nivel mundial caerán -4,7% este año.
En tiempos económicos estables, las organizaciones podían alcanzar un crecimiento de dos dígitos en sus ingresos con políticas de bienestar para sus empleados.
En un mundo convulsionado, los líderes están siendo puestos a prueba en tiempo real para mantener su negocio viable mientras navegan por una inimaginable crisis social y económica. En centro de todas las conversaciones están temas como: ¿cómo podemos cuidar de nuestra gente? De acuerdo con un estudio reciente de Accenture, antes de la crisis sólo el 35 por ciento de los ejecutivos C-Level se sentía responsable de que su gente estuviera mejor y en sólo seis meses esta cifra ha saltado al 50 por ciento.
Ayudar a las personas a mejorar no es sólo lo correcto que deben hacer las empresas por las personas, es también lo correcto por hacer para el negocio. Incluso en medio de un débil crecimiento del PIB, las empresas que se preocupan del bienestar de sus empleados pueden ver un crecimiento de sus ingresos del 5 por ciento, en momentos en que se prevé que los ingresos de las empresas a nivel mundial caerán -4,7% este año. En tiempos económicos estables, las organizaciones podían alcanzar un crecimiento de dos dígitos en sus ingresos con políticas de bienestar para sus empleados.
De acuerdo con el estudio, el catalizador de este crecimiento es un nuevo tipo de estrategia por parte de las compañías, que reconoce la confianza como la clave de su forma de operar. Con la confianza, se puede trabajar a través de la organización para diseñar una cultura que mejora la situación de las personas, se eleva el negocio e impulsa la comunidad, no sólo para emerger más fuertes, sino que también para crear un futuro mejor. Eventualmente, la crisis actual pasará, y las personas elegirán con quiénes trabajar y/o hacer negocios. Las organizaciones que se preocupen por el bienestar de sus empleados serán quienes tendrán éxito en los próximos años.
En una encuesta realizada por Accenture Research de marzo a julio de 2020, más del 60 por ciento de las personas dijo que confiaba en que su empresa está haciendo lo correcto en el contexto de la pandemia, mientras casi el mismo porcentaje sostuvo sentirse apoyada por su empleador. Sin embargo, los trabajadores están ahora examinando sus carreras en momentos que el desempleo mundial casi se ha duplicado, pasando de 4,8 por ciento en 2019 a 8,3 por ciento en las economías avanzadas en 2020. La investigación de Accenture también revela que más de la mitad de los trabajadores está explorando nuevas fuentes de ingresos y contemplando cambios de carrera. Mientras que muchos trabajadores confían en sus empleadores, no están necesariamente comprometidos con ellos.
Al mismo tiempo, los trabajadores tienen grandes expectativas de cómo las organizaciones liderarán de forma responsable después de la crisis. De acuerdo con el estudio de Accenture, 69% espera que las empresas empiecen a comportarse de manera más responsable y equitativa que antes y 67 por ciento dice que el COVID-19 ha reforzado la necesidad de una mayor participación de las empresas en la mejora de resultados sociales y ambientales. Pero quizás lo más sorprendente es que también es personal: Aproximadamente 1 de cada 2 trabajadores está de acuerdo en que la ética, la sostenibilidad y los valores morales que tiene una compañía se volverán más importantes para después de que pase la pandemia.
Según explicó Nicolás Goldstein, Presidente Ejecutivo de Accenture Chile, “la “normalidad” no es algo a lo que volveremos nunca, ni deberíamos. Nuestras aspiraciones son mucho más altas ahora. Las empresas deben avanzar hacia nuevas formas de trabajar y generar lealtad entre sus empleados. Los líderes que tendrán éxito serán aquellos que forjen lugares de trabajo que impulsen la inclusión y la diversidad, entendiendo que el bienestar de las personas debe ser siempre primero. El foco de las empresas entonces no sólo debe estar en ayudar a las personas a construir una carrera, sino que también en forjar un futuro mejor para las familias y comunidades de sus empleados”.
Para entender cómo las organizaciones pueden captar esta oportunidad, Accenture entrevistó a 3.200 altos ejecutivos y más de 15.600 trabajadores que abarcan 15 industrias y 10 países en un estudio exhaustivo y único en su género. De acuerdo con el reporte, al satisfacer seis necesidades humanas fundamentales a través del trabajo, las empresas despliegan todo el potencial de su gente. Estas necesidades se enmarcan en seis dimensiones: emocional y mental, relacional, físico, financiero, con propósito y empleable.
La investigación de Accenture encontró que el 64 por ciento del potencial de las personas -definido por su capacidad para utilizar sus habilidades y los puntos fuertes en el trabajo- se ven influidos por si se sienten mejor a través de estas seis dimensiones. A la inversa, menos del 9 por ciento del desbloqueo de ese potencial puede explicarse por factores como la educación, la tenencia, el nivel, la industria, geografía y tamaño de la empresa.
1. Emocional y mental: Sentir emociones positivas y mantener el bienestar mental.
2. Relacional: Sentir un fuerte sentido de pertenencia e inclusión; tener muchas relaciones personales fuertes.
3. Físico: Estar en buen estado de salud física, sin estrés.
4. Propósito: Sentir que uno hace una diferencia positiva para el mundo y que la vida tiene sentido, con un propósito más allá de uno mismo.
5. Empleable: Tener habilidades de alta demanda para obtener buenos puestos de trabajo y crecer profesionalmente.
6. Finanzas: Tener tranquilidad financiera y tener oportunidades equitativas en este aspecto.
Los límites entre el trabajo y la vida personal de la gente se están desdibujando. En tiempos de crisis, las necesidades de las personas requieren una atención aún mayor. La salud mental, el tiempo para la actividad física y las necesidades relacionales se intensifican cuando las personas están en aislamiento relativo. Estamos viendo que las necesidades financieras, empleables y con propósito también están necesitando mayor apoyo, ya que el 62 por ciento de los trabajadores está preocupado por su seguridad laboral y está reevaluando sus prioridades. Todos estos factores están impulsando una importante crisis mental mundial, mientras el trauma generado por la pandemia en las personas continuará mucho más allá después de que haya una vacuna.
Nicolás Goldstein destacó que “a pesar de lo anterior, la mayoría de los líderes de las organizaciones estaban invirtiendo sólo en las dimensiones Empleable y Financiera antes de la crisis. Esto por sí solo no desbloqueará el potencial de las personas a largo plazo. A medida que las organizaciones tratan generar confianza entre sus empleados y liderar responsablemente, conocer las emociones de los trabajadores, las necesidades relacionales, de propósito y físicas también son de gran importancia, ya sea que estemos en modo de crisis o no”.
Los trabajadores y los altos ejecutivos también difieren en sus puntos de vista sobre quién es responsable de liberar el potencial de las personas. Accenture recogió datos de ambos grupos antes y durante la crisis. Antes de que comenzara la pandemia, más de dos tercios (67 por ciento) de los trabajadores de nuestro estudio creía firmemente que las empresas eran responsables, en comparación con sólo 35% de los ejecutivos. Durante la crisis, estos los sentimientos se profundizaron, con el 78 por ciento de los trabajadores creyendo que sus empleadores son responsables y con 50 por ciento de los ejecutivos del C-Level de acuerdo.
Hay 5 elementos clave para potenciar el talento de las personas. Sin embargo, antes del COVID-19 sólo 15 a 20% del C-Level estimaba que sus organizaciones lideraban en alguno de esos elementos, a pesar de los significativos beneficios financieros que pueden significar para las empresas.
1. Permitir el aprendizaje continuo para asegurar una fuerza de trabajo lista para el futuro que tenga la capacidad de cambiar a escala.
2. Escuchar las necesidades de las personas en los puntos más críticos, empoderándolos con data en tiempo real.
3. Usar la tecnología para impulsar el trabajo flexible y más creativo.
4. Impulsar el bienestar y la equidad laboral. Las necesidades de seguridad y relacionales son hoy más importantes que nunca.
5. Establecer y compartir métricas sobre los objetivos planteados en torno a la diversidad y equidad.
Cada uno de esos elementos tiene efectos concretos:
1. Aprendizaje continuo: 98% de los trabajadores recomendaría trabajar en su empresa. A pesar de esto, sólo 20% de las empresas a nivel mundial dice estar liderando en este punto.
2. Escuchar las necesidades de las personas: 97% de las personas dice que esto les permite adaptarse de forma efectiva al cambio. Sin embargo, sólo 15% de las empresas a nivel mundial lidera en este aspecto.
3. Usar tecnología para impulsar el trabajo flexible: 98% se sentiría más pleno en el trabajo. Sólo 20% de las compañías lidera en este punto.
4. Impulsar el bienestar y la equidad laboral: 94% se esforzaría más en el trabajo. Sólo 17% de las empresas lidera en este aspecto.
5. Métricas: 72% tendría una experiencia más positiva en el trabajo. Sólo 15% lidera en este ítem.
Goldstein destacó que “las empresas tienen hoy una oportunidad única de impulsar a las personas a sacar su máximo potencial y de forjar un propósito claro en momentos en que muchos están buscando más significado para todo lo que hacen. El momento de avanzar en la conformación de un lugar de trabajo más diverso, inclusivo y flexible es ahora”.
Link al estudio: https://www.accenture.com/_acnmedia/Thought-Leadership-Assets/PDF-3/Accenture-Care-To-Do-Better-Report.pdf#zoom=50