Hace unas semanas conocimos el caso de Pesquera Friosur, una de las principales empresas de la Región de Aysén, dónde sus trabajadores, a través de una cooperativa, se incorporaron como accionistas con el 20% de la propiedad.
Un camino que fue inspirado por la Empresa B, Próxima Servicios, quienes fueron pioneros en Chile en traspasar a través de una donación un porcentaje de la propiedad de la empresa a través del modelo de cooperativas.
La incorporación de trabajadores en la propiedad de las empresas no es un tema nuevo en nuestro país, pero normalmente se encuentra circunscrito a altos ejecutivos de empresas con cuotas de participación bastante menores a través de planes de acciones. Casos como los de Fríosur o Próxima son un paradigma distinto e innovador, donde una Cooperativa que representa a los trabajadores participa directamente en una parte relevante de la propiedad de la empresa.
Según Eduardo Garate, Jefe División de Asociatividad del Ministerio de Economía este modelo, implica que la cooperativa que nace pasa a tener participación directa en la propiedad de la empresa en la cual prestan servicios, es decir, los trabajadores y dueños de la empresa de aquí en adelante son socios.
Garate señaló que “un proyecto de estas características requiere de un gran nivel de responsabilidad de ambas partes, y presenta aspectos muy positivos, porque se fortalece el lazo y el compromiso entre los trabajadores y la empresa a la cual prestan servicios. Además, se genera un beneficio concreto en favor de los socios de la cooperativa, ya que, de aquí en adelante, las ganancias que obtenga la empresa por el desarrollo de su actividad económica serán compartidas con los trabajadores que forman parte de la cooperativa”.
Francisca Álvarez, abogada de servicios laborales de PwC Chile dijo que “una incorporación de este nivel en la propiedad de una empresa es algo inédito en Chile. Sin embargo, es una alternativa creativa y en línea con los nuevos tiempos en relación con incorporar a los trabajadores dentro de los éxitos de la empresa de forma más directa”.
Álvarez agregó que “alternativas como la planteada por Fríosur o Próxima podrían plantear un nuevo paradigma y genera una oportunidad distinta para abordar las relaciones laborales, abandonando la tradicional confrontación entre dueños y trabajadores, por una visión más integradora de todos los partícipes de la empresa”.
Mario Radrigán, director de Centro Internacional de Economía Social y Cooperativa de la Universidad de Santiago de Chile señaló que en otros países la participación de los trabajadores en la propiedad ha tenido más desarrollo que en Chile. “En general la participación de trabajadores en las empresas tiene 3 grandes niveles. El más básico es dónde la dinámica de la gestión u organizacional entrega ciertos espacios para la participación de las personas. El segundo piso es cuando se entrega o se vincula el desempeño laboral con cierto tipo de incentivos. De acuerdo con el rendimiento individual o colectivo tienen alguna recompensa sobre la remuneración. El tercer nivel es en términos de propiedad que es el caso de FrioSur. En otros países esta legislado y hay leyes especiales para las llamadas “cooperativa de trabajadores accionistas”, agregó el académico
El caso de Próxima Servicios: Los pioneros del modelo
Para Eduardo Castillo, socio y gerente general de Próxima Servicios, el innovador modelo ha sido una experiencia muy positiva y absolutamente recomendable. “Nuestro traspaso de acciones fue una donación de los socios a los trabajadores. En nuestra cooperativa basta con que un trabajador esté 3 meses en la empresa para tener derecho a ser socio de forma absolutamente gratuita. Esto significa en la práctica que las personas cuando son contratadas tienen este beneficio asimilado y por lo tanto el mayor compromiso con la empresa empieza desde el día 1”, añadió.
Próxima Servicios es empresa B certificada y seleccionada 3 años consecutivos dentro del 10% de las empresas B más sostenibles del mundo
Castillo señaló que “nuestra empresa tiene como centro de su modelo de negocios ayudar a repartir mejor la torta entre todos los trabajadores, en una industria dónde se dan condiciones particularmente duras, con sueldos mínimos o apenas superiores, pero por sobre todo con falta de proyecciones y de futuro. Por lo mismo, tenemos compromisos con una política de sueldos de al menos un 40% por sobre el mínimo, que en la industria del aseo es muy por sobre el estándar”.
Castillo enfatizó que “en este contexto, la participación de los trabajadores en la propiedad de la empresa y en su Directorio es sólo una parte de nuestro modelo que pretende transformar la subcontratación de baja calificación en una supercontratación”.
El presidente de Friosur, José Luis del Río, explicó que “los trabajadores a través de su Cooperativa ingresaron como dueños del 20% de la empresa. Del Río explicó que “250 trabajadores formaron una Cooperativa, a través de la cual suscribieron un aumento de capital por el 20% de la propiedad de Friosur, que irán pagando en 15 años con los dividendos que va a repartir la pesquera. Los trabajadores serán dueños con plenos derechos de ese 20% desde ahora y tendrán un representante en el Directorio de la empresa. Los accionistas actuales nos restringimos de suscribir este aumento de capital”
¿Qué pasos deberían seguir las empresas que les interese desarrollar este modelo?
Eduardo Garate del Ministerio de Economía expresó que lo primero que deben hacer las empresas que quieran desarrollar este modelo, es sentarse a conversar con sus trabajadores, plantear esta propuesta, y ver el nivel de compromiso para lograr esta alianza a través de una cooperativa. Una vez alcanzado este acuerdo, deben determinar la forma en que la cooperativa se va a insertar en el desarrollo de la actividad económica de la empresa propiamente tal”.
Garate señaló que “una vez adoptado este acuerdo, se debe formar un comité organizador de la cooperativa para poder iniciar la preparación de los estatutos, y citar a una junta general de socios constitutiva para que los socios aprueben dichos estatutos. Luego, se debe cumplir con las formalidades establecidas por la ley (escritura pública, inscripción en el conservador de bienes raíces y publicación) y remitir los documentos a la División de Asociatividad para su revisión y término del proceso de constitución”.
Francisca Álvarez, abogada de PwC Chile agregó que “en este sentido, las empresas deben considerar que la Cooperativa actuará en las Juntas de Accionistas, pudiendo influir en la dirección de la empresa, y teniendo derechos políticos y económicos como cualquier otro accionista”.
Los beneficios del modelo
Álvarez señaló que “el beneficio inmediato para los trabajadores es su participación en las utilidades de la empresa, pero ello conlleva además asumir el riesgo en caso de pérdidas. En este sentido, el trabajador pasa a ser un accionista indirecto (a través de la Cooperativa), y como tal, quedará sujeto a los riesgos propios del respectivo negocio”.
La abogada de PwC Chile explicó que “una participación de esta envergadura la propiedad de la empresa seguramente importará tener poder decisión respecto a la composición del directorio y un importante poder de negociación en las juntas de accionistas”.
Castillo dijo que “permitimos a trabajadores vulnerables ser accionistas de una empresa y construirse un futuro, que de otra forma quizás no podrían hacerlo. Es un impacto muy potente del que estamos felices y tratamos siempre de compartir para que ojalá muchos más se sumen”.
Radrigán enfatizó que “este modelo es un pensamiento de avanzada que impacta en las buenas relaciones laborales y vincula el compromiso a los destinos de la empresa. En otros países este modelo lleva varias décadas y ha funcionado. En EE. UU existe la figura de trabajador accionista, pero de manera individual. En Chile hay varias empresas de origen transnacional que a los ejecutivos una parte de los beneficios se les compensa en acciones de la empresa y en Canadá deben a haber al menos unas 400 cooperativas de trabajadores accionistas”, finalizó.