Por Jorge Davo, Gerente Regional de Negocios y Soluciones Mineras para América del Sur, BASF.
Este año, la industria de la minería ha corroborado el rol fundamental que cumple en el desarrollo económico de Chile, uno de los tres pilares de la sustentabilidad. Mientras miles de empresas e industrias se paralizaron durante la pandemia del coronavirus, la minería ha sido una de las actividades económicas que se ha mantenido en pie y con cuentas positivas. Las exportaciones anotaron su mayor alza en 30 meses en octubre de este año, impulsadas por la industria minera, generando 196 mil empleos y aportando al fisco US$3 mil millones.
Sin lugar a duda, hoy la industria minera recorre un camino importantísimo de nuevos desafíos y oportunidades, pero también la exigencia de nuevos estándares, protocolos y políticas. En BASF, creemos firmemente que la sustentabilidad, digitalización y la innovación son los principales conductores de crecimiento en toda industria, especialmente en la minería.
En este camino hacia operaciones mineras más sustentables, los proveedores son de vital apoyo a la industria para afrontar los nuevos desafíos y se hace crucial generar valor conjunto para alcanzar las metas propuestas
En nuestro caso, la sustentabilidad está incorporada en todas nuestras decisiones de negocios y las soluciones presentes en nuestro portafolio que ofrecemos a los clientes les permiten entre otros beneficios, ahorrar agua, reducir el consumo de energía, reducir la huella en el uso del suelo y efectivamente mejorar la performance de sus procesos productivos.
Toda la cadena productiva debe comprometerse con el desarrollo sostenible. Este factor no puede ser considerado como uno más, sino que el que mueva las operaciones, estando conscientes del impacto que podemos generar en la comunidad. Pero para que haya realmente un desarrollo sustentable es imprescindible que exista un sistema de incentivos alineados entre proveedores y clientes.
Sin duda ya estamos avanzando hacia una minería más sustentable, pero debemos trabajar de forma más articulada con objetivos comunes con miras a dar respuesta frente a los retos que afronta la actividad extractiva en esta materia.