Por Germán Sáenz, Director Asociado, Corporate Citizenship Chile
S&P Global eligió la noche del pasado viernes 13 para revelar los resultados del Dow Jones Sustainability Index. Dado que se trata de uno de los más prestigiosos índices de sostenibilidad a nivel mundial, y sin duda el más relevante para las empresas chilenas, vale la pena detenerse a observar lo que ocurrió y extraer algunas conclusiones.
Fue un viernes negro para las compañías que fueron deslistadas. No así para las 27 que lograron mantenerse, y 26 de ellas también fueron incluidas en el índice regional DJSI MILA, que suma a Chile, Perú, Colombia y México. Gracias a ellas, nuestro país representa el 42% de este indicador, y esta evidente sobre-ponderación demuestra el alto nivel que han alcanzado las empresas líderes en nuestro país en esta materia.
Pero esto no significa que estas empresas tengan resuelto este tema. De hecho, al observar los puntajes, se tienden a repetir ciertos patrones en cuanto a aquellos factores donde tienden a ser menores, como por ejemplo en lo relativo a Gobierno Corporativo. Para estar a la altura de las grandes ligas, nos hacen falta políticas y procesos más transparentes, que generen los incentivos adecuados, fomenten la diversidad y aseguren el alineamiento entre los intereses de largo plazo de accionistas, directores y ejecutivos.
Asimismo, si bien hay avances importantes, las organizaciones chilenas están aún lejos de las mejores prácticas globales en temas tales como la gestión de la ciberseguridad, la protección de los derechos humanos modernos, las políticas y divulgaciones en materia de impuestos, y la gestión de proveedores y la cadena de suministro.
DJSI analiza una amplia gama de factores, para poder evaluar en forma exhaustiva la gestión sostenible de las empresas, incluyendo su desempeño en materias económicas, sociales y ambientales. Y la vara con la cual se mide este desempeño sigue y seguirá subiendo. Cada año los índices se tornan más selectivos. Por ejemplo, en la industria inmobiliaria, el umbral mínimo de puntaje para acceder al DJSI Chile aumentó en 10 puntos. Algo similar ocurrió en los umbrales mínimos para sectores tales como banca (+10), bebestibles (+8), eléctricas (+6) y otros. Son industrias cuyos actores deberán “ponerse las pilas” para seguir siendo parte de este exclusivo grupo de empresas líderes en materia de sostenibilidad.
Es vital que las compañías, sobre todo aquellas que acuden al mercado financiero en busca de financiamiento, den a los ratings de sostenibilidad la misma importancia que le dan a las agencias calificadoras de riesgo. Se debe dejar de ver la sostenibilidad como algo etéreo, o “blando”, o que se puede resolver con acciones rápidas de reciclaje o de ayuda a la comunidad. La participación e inclusión en rankings tan relevantes como el DJSI, será cada vez más una llave para acceder a las mejores condiciones de financiamiento.
En definitiva, estos resultados del DJSI nos permiten sacar en limpio que la gestión sostenible ha avanzado en Chile, y que de hecho se destaca a nivel regional, pero por otro lado que aún queda mucho camino por recorrer, y que las exigencias y expectativas son cada vez mayores.