Por Margarita Ducci, Directora Ejecutiva Pacto Global Chile, ONU
La pandemia no solo ha generado una profunda crisis sin precedentes, sino también, está afectando de manera dramática, la vida de las personas, sus fuentes de trabajo, la producción, el comercio y la economía global. Es por ello, que esta contingencia sanitaria, económica y social, nos ha enfrentado al enorme desafío de equilibrar, por una parte, el bienestar de las personas y del planeta, el desarrollo económico y la salud, el crecimiento y la protección del entorno, la continuidad de las operaciones de los negocios y la seguridad de las personas, en el centro.
Pacto Global ha sido un puente estratégico entre el mundo empresarial y Naciones Unidas para ser el catalizador de las transformaciones que se deben asentar, a través de estrategias que contribuyan a la construcción de una sociedad más sostenible, ahora en medio de la pandemia. Tenemos la tarea de impulsar la Agenda 2030 que hoy, lamentablemente, nos muestra un enorme retroceso, de al menos 10 años, especialmente en cuanto a pobreza, empleo, salud y reducción de las desigualdades.
Es así como las empresas están sometidas a una gran tensión, intentando equilibrar la preocupación por las personas, frente a todas estas amenazas, y al mismo tiempo, continuar con las operaciones, velando por mantenerlas en el tiempo. Si bien la mayoría de las asociadas a nuestra red, continúan pensando que la sostenibilidad es un eje fundamental que debe continuar iluminando sus acciones en estos tiempos complejos, hay también empresas que deben priorizar la sobrevivencia, ya sea porque pertenecen a los sectores productivos más afectados, o porque simplemente han bajado fuertemente sus resultados, debido a la contracción económica, una menor demanda o paralización de su rubro.
Es en este sensible escenario donde los líderes empresariales tienen un rol fundamental, ya que la pandemia nos ha hecho reflexionar a todos sobre el mundo que idealmente queremos construir y legar a las futuras generaciones. Cada una de las diversas visiones, en las ideas, en la gestión y sobre todo en una relación de colaboración con los gobiernos, la sociedad civil y la academia, se deben fusionar de modo de sumar conocimiento y ponerlo al servicio de la sociedad.
El llamado mundial de Pacto Global, ahora más que nunca, es que las organizaciones empresariales integren en su estrategia, en sus políticas y en sus operaciones cotidianas, los principios relacionados con el respeto de los derechos humanos, los estándares laborales del trabajo decente, el cuidado del medioambiente y la lucha contra la corrupción. Claros conceptos que se pueden hacer realidad en las personas y la sociedad entera.
Es importante que la pandemia no se convierta en un obstáculo insalvable, para avanzar en la Agenda 2030, sino que nos abra hoy, una gran oportunidad: reflexionar sobre los errores u omisiones e inspirarnos en ella para tener un proyecto en común, donde todos puedan contribuir.