El informe State of Green Banks 2020 es publicado por Rocky Mountain Institute, Green Finance Institute y el Consejo para la Defensa de Recursos Naturales
Hasta la fecha, bancos verdes han invertido más de US$ 24 mil millones en tecnologías bajas en carbono; 25 países están explorando activamente nuevos bancos verdes
Un nuevo informe revela que, mientras los gobiernos y las instituciones financieras se esfuerzan por facilitar la inversión necesaria para alcanzar los objetivos climáticos y de desarrollo sostenible, los bancos verdes pueden ayudar a superar las barreras del mercado y canalizar las inversiones hacia tecnologías bajas en carbono, acelerando así los esfuerzos globales para alcanzar los objetivos climáticos descritos en el histórico Acuerdo de París.
El informe State of Green Banks 2020 publicado hoy por Rocky Mountain Institute, Green Finance Institute y el Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC por sus siglas en inglés) proporciona una revisión completa de las actividades de los bancos verdes y su potencial en todo el mundo. Un banco verde es a menudo una institución financiera especializada que actúa como punto focal para aumentar la inversión nacional en soluciones climáticas.
El informe analiza el impacto y el desarrollo de los bancos verdes en 36 países. Su objetivo es proporcionar una mayor comprensión de las actividades de los bancos verdes en todo el mundo para que los responsables de la formulación de políticas, los financiadores, las instituciones financieras de desarrollo y otros pueden promover el movimiento global de los bancos verdes. Dicho informe demuestra el beneficio de los bancos verdes destacando diferentes modelos de bancos verdes en distintas geografías. Además, el informe ayudará a orientar el desarrollo de Green Bank Design Platform, que tiene como objetivo apoyar a los gobiernos e instituciones en el establecimiento de bancos verdes y otros vehículos de financiamiento verde.
El informe State of Green Banks 2020 se presentará en la Cumbre de Finanzas en Común el 11 de noviembre a las 17:00 CET, durante un panel titulado “State of Green Banks 2020: a Global Movement in the Making”. La Cumbre, a la que asistirán bancos públicos de desarrollo y Jefes de Estado de todo el mundo, tendrá como objetivo elevar la ambición de una recuperación post COVID sostenible y en beneficio a las sociedades y el planeta. El panel, moderado por Rhian-Mari Thomas de Green Finance Institute, presentará una descripción general del informe seguida de una discusión con Muhammed Sayed del Development Bank of Southern Africa, Teddy Mugabo de Rwanda Green Fund (FONERWA), y Susana Escária del Ministerio de Medio Ambiente y Acción Climática de Portugal. Los panelistas compartirán sus experiencias en la creación de bancos verdes y brindarán información sobre el papel que estas instituciones desempeñarán para ayudar a sus países y regiones a alcanzar los objetivos climáticos y de desarrollo.
Actualmente, hay 27 bancos verdes operativos en todo el mundo que hasta la fecha han invertido más de US$ 20 mil millones en nuevas tecnologías que abarcan desde los techos solares hasta la electrificación de vehículos y la eficiencia energética. Para atraer inversores privados a estos mercados, los bancos verdes utilizan una variedad de herramientas financieras, incluida la mitigación del riesgo, y suelen ser los primeros en invertir en nuevas tecnologías y geografías. Como resultado, los bancos verdes han atraído más de US$ 2 de inversión privada, en promedio, por cada US$ 1 de capital propio que invirtieron en un proyecto.
Otros 25 países están explorando la creación de un banco verde, con un interés notable en todas las regiones y en países de todos los niveles de ingresos. Se están creando muchas instituciones financieras verdes para atraer inversión privada y financiamiento concesional, así como para lograr las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés) del Acuerdo de París sobre el cambio climático, con la expectativa de que también mejorarán la calidad del aire y el agua y estimularán el desarrollo económico mediante la creación de empleo.
Los hallazgos del informe fueron recopilados por Rocky Mountain Institute entre junio y septiembre de 2020, con 46 encuestas y 15 entrevistas realizadas con representantes de 36 países. El informe State of Green Banks 2020 está disponible en inglés aquí: https://www.nrdc.org/sites/default/files/state-green-banks-2020-report.pdf
Hablando sobre el informe, la Dra. Rhian-Mari Thomas, directora ejecutiva del Green Finance Institute, dice: “En los últimos años hemos visto un aumento global en la actividad de los bancos verdes. Ya hay 27 bancos verdes operativos en 12 países y otros 25 países están explorando la posibilidad de establecer uno ellos mismos. Como resultado, los bancos verdes parecen estar listos para jugar un papel importante en el logro de los objetivos climáticos globales y los objetivos de desarrollo sostenible. Lo que ilustra este informe es que, aunque los bancos verdes son vitales, aún existen obstáculos en el camino para que se pongan en marcha más. Colectivamente tenemos que mover la aguja, para asegurarnos de que la voluntad política y el financiamiento estén ahí para permitir que se establezcan más de estas instituciones”.
Doug Sims, director y asesor senior del centro de finanzas verdes de NRDC, dice: “Después de la mitigación y la adaptación, la movilización de fondos es el tercer pilar del Acuerdo de París y es la condición previa necesaria para el éxito de los otros dos. Para ser equitativo y sostenible, las finanzas deben basarse en las prioridades nacionales y responder a las necesidades locales. Y para llegar a escala, debe conectarse a redes internacionales. State of Green Banks 2020 demuestra que, en todas las regiones del mundo, los países están recurriendo a los bancos verdes para dirigir recursos al servicio de una transformación verde y equitativa”.
Paul Bodnar, director gerente del Rocky Mountain Institute, dice: “Cumplir con los objetivos del Acuerdo de París representa un enorme desafío financiero para todas las naciones que adoptan ambiciosos objetivos de emisiones y se preparan para los inevitables impactos del cambio climático. State of Green Banks 2020 muestra el rápido surgimiento de este enfoque replicable de financiamiento climático, mismo que está basado en las realidades y prioridades locales en lugar de instituciones internacionales.