Por Dr. Alan M. Friedlander, National Geographic Society. Hawai’i Institute of Marine Biology, University of Hawai’i
¿Qué son las áreas marinas protegidas y cómo funcionan?
La disminución global de la salud de los océanos requiere enfoques nuevos e innovadores para conservar los ecosistemas marinos. Las áreas marinas protegidas (AMP) son una herramienta central para la conservación de los océanos y se ha demostrado que son un medio altamente efectivo para salvaguardar la biodiversidad y gestionar la pesca, al tiempo que restauran y preservan la función general del ecosistema. Las AMP son definidas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como un espacio geográfico claramente determinado, que es reconocido, dedicado y administrado a través de medios legales u otros medios efectivos para lograr la conservación de la naturaleza a largo plazo, junto con sus servicios ecosistémicos asociados y valores culturales.
Al proteger las poblaciones, los hábitats y los ecosistemas dentro de sus fronteras, las áreas marinas protegidas crean un refugio espacial para todo el sistema ecológico que contienen y proporcionan un poderoso amortiguador contra la variabilidad natural, la incertidumbre y el cambio climático.
Las áreas marinas protegidas pueden beneficiar a las pesquerías adyacentes con la protección de individuos desovantes de gran tamaño y por medio del desbordamiento (spillover) de adultos y propágulos hacia áreas de pesca. Al permitir que las especies crezcan y desarrollen su potencial reproductivo completo dentro de una áreas marinas protegidas, esta puede servir como fuente de larvas que pueden repoblar esa misma área, así como exportar larvas a áreas adyacentes abiertas a la pesca. El spillover de adultos ocurre cuando las altas densidades de población dentro de las áreas marinas protegidas resultan en un movimiento neto de individuos hacia áreas cercanas. Esta emigración denso-dependiente puede mejorar las poblaciones de peces adyacentes, pero también puede disminuir el potencial reproductivo de la propia áreas marinas protegidas si el área protegida es demasiado pequeña y los rangos de movimiento (territorio) de los organismos se extienden a las áreas de pesca donde pueden ser capturados.
Para mantener poblaciones saludables de especies pesqueras seleccionadas, las reservas marinas deben ser mayores que los rangos de movimiento (territorio) de las especies de interés; sin embargo, aumentar el tamaño de la AMP a menudo conlleva costos socio-económicos significativos que impiden la implementación de estas áreas.
Existen innumerables tipos de áreas marinas protegidas con variados objetivos y expectativas. La mayoría incluyen una variedad de esquemas de zonificación y administración, que van desde zonas individuales a zonas múltiples y desde áreas sin captura hasta áreas de uso múltiple.
Se ha demostrado que las áreas completamente protegidas tienen beneficios de conservación mucho mayores en comparación con las áreas bajo niveles menores de protección, aunque las áreas de manejo local y las áreas que permiten usos específicos pueden ser efectivas en ciertas situaciones. El éxito de una AMP en el cumplimiento de los objetivos de conservar la biodiversidad y mejorar la pesca depende del nivel de cumplimiento y aceptación de las personas que usan el recurso.
El impacto de las redes de áreas marinas protegidas
Una red de AMP consiste en una serie de áreas protegidas que están conectadas por dispersión larval o movimiento de individuos jóvenes y adultos. Al reunir los beneficios de múltiples AMP, las redes obtienen más beneficios que los que lograrían en forma separada, al minimizar los posibles impactos negativos en el ámbito económico, social y cultural de una sola gran AMP, a la vez que producen rendimientos ecológicos y económicos similares o incluso mayores en la pesca realizada fuera de la AMP.
Las redes de AMP tienen más posibilidades de proteger todas las especies, etapas de vida y vínculos ecológicos si abarcan porciones representativas de todos los tipos de hábitats ecológicamente relevantes dentro de una región en una manera replicada.
Cada vez se está prestando más atención al valor natural y cultural de los espacios oceánicos remotos y este reconocimiento ha llevado a la designación de AMP a gran escala (≥ 100.000 km2). Estas LSMPA (Large-Scale MPAs) ofrecen beneficios que no se pueden obtener a escalas más pequeñas: principalmente la capacidad de proteger ecosistemas enteros y hábitats interdependientes para que los ecosistemas biológicamente conectados puedan incluirse dentro de la misma área de manejo.
Las LSMPA protegen una mayor cantidad y diversidad de hábitats, así como hábitats y procesos críticos que ayudan a mantener la integridad del ecosistema, proporcionando protección para una gama más amplia de especies y amortiguando fluctuaciones ambientales y perturbaciones a gran escala. Además, las LSMPA protegen directamente especies altamente móviles como atunes, peces vela o espada, tiburones y otras especies de interés pesquero, así como tortugas marinas, mamíferos marinos, aves marinas y otras especies pelágicas, que se atrapan como captura secundaria en algunas pesquerías.
El Parque Marino de la Gran Barrera de Coral de Australia, fundado en 1975 y que abarca 344.000 km2 aproximadamente, fue la primera LSMPA del mundo. Hoy en día hay 58 LSMPA, que suman más de 23 millones de km2.
Estado actual de la protección marina mundial
La evaluación del progreso hacia los objetivos de conservación de los océanos varía considerablemente. El término “AMP” se usa de manera bastante flexible, lo que destaca la necesidad de métodos más transparentes para acceder a niveles precisos de protección marina. A febrero de 2020, solo el 5,3 % de los océanos del mundo están reconocidos como protegidos en AMP implementadas y gestionadas activamente, y solo el 2,5 % del océano está en reservas altamente protegidas (https://www.mpatlas.org/) Se ha designado (pero no implementado) un 1,1 % adicional y se ha propuesto y comprometido un 1,5 %. A nivel mundial, solo el 16 % de los países han cumplido sus objetivos de efectividad de manejo (por ejemplo, más del 60 % de la cobertura de sus áreas protegidas ha sido evaluada) y la mayoría no ha sido evaluada en absoluto.
En la actualidad hay >17.000 AMP designadas en todo el mundo, con un tamaño medio de 2,4 km2 aproximadamente. En suma, para que las AMP ofrezcan importantes beneficios de conservación y pesca, deben ampliarse.
Áreas marinas protegidas en la Antártica
Reconociendo el valor de las AMP para apoyar la salud del ecosistema, la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) se convirtió en el primer organismo internacional en comprometerse a crear una red de AMP. Aunque actualmente existen varias pequeñas Zonas Antárticas Especialmente Protegidas (ZAEP), son principalmente terrestres y solo unas pocas incluyen pequeños componentes marinos.
En 2009, la CCRVMA estableció la primera AMP en alta mar del mundo: el área Marina Protegida de la Plataforma Sur de las Islas Orcadas del Sur, una región que abarca 94.000 km2 en el Atlántico sur.
En 2011, los miembros de la CCRVMA acordaron un marco para crear una red de AMP e identificaron nueve dominios de planificación. Con el establecimiento de la AMP de la región del mar de Ross en 2016, que cubre un área de 2,06 millones de km2, la CCRVMA ha dado el primer paso necesario para crear una red de AMP, que preservaría la conectividad y proporcionaría resiliencia para los muchos ecosistemas únicos del océano Austral.
Avanzando
Las AMP no son una panacea para todos los problemas del océano. Deben aplicarse junto con una gestión integrada y holística para abordar cuestiones como la pesca incidental, la pesca no sustentable y la pesca ilegal, no reglamentada y no declarada (IUU), la contaminación, el desarrollo costero y el cambio climático. Hacer cumplir las AMP, particularmente las LSMPA, presenta muchos desafíos. Una solución prometedora ha sido el uso del rastreo satelital para visualizar el tráfico de embarcaciones, identificar la potencial pesca ilegal y la aplicación de la legislación a los infractores. Además, los nuevos acuerdos internacionales, como las medidas del Estado rector del puerto, impiden que los buques dedicados a la pesca IUU utilicen los puertos y desembarquen sus capturas.
La Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica propone adoptar nuevos objetivos para la conservación de la biodiversidad hasta 2030. Con este fin, la Campaña por la Naturaleza, una coalición de más de 100 organizaciones conservacionistas de todo el mundo, hace un llamado a los responsables políticos para que se comprometan a proteger, al menos, el 30 % del planeta, tanto terrestre como marítimo, para 2030.
Una red global de AMP grandes y estratégicamente ubicadas aumentaría la protección de los océanos, al tiempo que aumentaría la producción pesquera y serviría como una herramienta importante en la política de adaptación climática.
La salud de los océanos del mundo y del planeta requiere una acción audaz para revertir la pérdida de biodiversidad, para apoyar a la creciente población humana y para abordar el cambio climático. La conservación de, al menos, el 30 % del océano puede ayudar a garantizar un mundo sostenible en el futuro.