Mientras más de 820 millones de personas padecen hambre, el 14% de los alimentos del mundo es desperdiciado.
Cuando los residuos orgánicos, como restos de frutas o verduras, terminan en rellenos sanitarios, generan Gases de Efecto Invernadero altamente contaminantes para el medio ambiente,
El Programa Reciclo Orgánicos busca reducir las emisiones de GEI por medio del reciclaje de residuos orgánicos, a través de la implementación de plantas de compostaje o digestores anaeróbicos en diferentes comunas del país. Además, está colaborando en el proceso de desarrollo de la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (ENRO), iniciativa liderada por el Ministerio del Medio Ambiente.
Bajo el título “Detén la pérdida y el desperdicio de alimentos. Por la gente. Por el planeta“, la primera celebración del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos (PDA) se produce durante la pandemia mundial de COVID-19, haciendo aún más evidente la necesidad de evaluar y equilibrar la forma en que se producen y consumen los alimentos.
El año pasado, en la 74a Asamblea General de las Naciones Unidas se designó el 29 de septiembre como el Día Internacional de Conciencia de la PDA, reconociendo el papel fundamental que desempeña la producción sostenible de alimentos en la promoción de la seguridad alimentaria y la nutrición, así como su directa relación con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2, 12, y 13; Hambre Cero, Producción y Consumo Responsables, y Acción por el Clima, respectivamente.
Reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos es esencial considerando que, según el informe ´Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2019` de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más de 820 millones de personas en todo el mundo siguen pasando hambre, mientras que el 14% de los alimentos del mundo se pierde en la cadena que va desde el punto de recolección hasta la venta al por menor, porcentaje que incluso puede seguir aumentando después.
“Cuando desperdiciamos un alimento, también perdemos los recursos utilizados en su producción; agua, tierra, energía, mano de obra y el capital, son malgastados. Además, la eliminación de residuos orgánicos -como restos de frutas y verduras- en rellenos sanitarios, se produce la emisión de Gases de Efecto Invernadero, como el metano, que es altamente contaminante para el medio ambiente”. explicó el Coordinador del Programa Reciclo Orgánicos, Gerardo Canales.
Para sensibilizar a la comunidad sobre el desperdicio de alimentos y otros temas relacionados a la gestión de residuos orgánicos, el Programa comenzó un ciclo de videos en el formato LIVE de Instagram. Previo a la celebración de Fiestas Patrias en @reciclorganicos compartieron, junto a la cocinera Camila Peñaloza, autora de la cuenta @antojista, tips para conservar de mejor manera las hojas verdes, cebollines, cilantro y zanahorias, entre otros. Además, de recetas para aprovechar al máximo las frutas y verduras.
En palabras de la Ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt “aunque compostar o vermicompostar es muy relevante para gestionar los residuos orgánicos -evitando además la generación de gas metano-, el primer paso es evitar el desperdicio de alimentos. El llamado es a consumir y aprovechar al máximo cada alimento que compramos, escoger frutas y verduras de temporada y sólo reciclar aquellos residuos que ya no podemos comer”.
El Programa Reciclo Orgánicos contribuyó a la elaboración de la ENRO a través del apoyo al proceso de participación para el levantamiento de opiniones de todos los sectores involucrados, lo que da un marco de política pública que permitirá amplificar los resultados del Programa.
Recuperar lo desperdiciado
La FAO estima que a nivel mundial 1.300 millones de toneladas de alimentos se pierden o desperdician anualmente, esto representa un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano.
“En Chile, Fundación Banco de Alimentos Lo Valledor tiene como objetivo rescatar aquellas frutas y verduras que no se comercializan por distintos motivos, pero que están aptas para el consumo humano. “Estos alimentos son distribuidos entre fundaciones sin fines de lucro, casas de acogida, entre otros, que albergan a quienes más necesitan”, explicó Romina Correa, Jefa de Operaciones de esta Fundación que mensualmente rescata 60 toneladas de alimentos gracias a la concientización y solidaridad de los cientos de locatarios y comerciantes del mercado.
Otra iniciativa para destacar es Red de Alimentos, una corporación sin fines de lucro que une empresas con organizaciones sociales y que ha beneficiado el último año a 268 mil personas en Chile. “Rescatamos productos aptos para el consumo, distribuyéndolos entre quienes más los necesitan, evitando así su desperdicio. Desde 2010 a agosto del presente año, hemos rescatado más de 40 millones de kilos de alimentos y artículos de primera necesidad. De esta forma ayudamos a combatir el hambre y la malnutrición, además de contribuir al medio ambiente evitando la emisión de más de 92 mil toneladas de CO2”, comentó la Gerente General de Red de Alimentos, María Eugenia Torres.
Por otra parte, Fundación Retroalimenta, es una organización sin fines de lucro que busca combatir el desperdicio de alimentos ofreciendo valor a lo largo de la cadena de suministros de alimentos. “Nacida del voluntariado en Disco Sopa, nuestra misión es ser un actor clave de cooperación en el manejo y protección de los recursos alimenticios, educando y generando conciencia en la población sobre el impacto negativo que generan las pérdidas y el desperdicio de alimentos, tanto a nivel social como medioambiental”, contó el Presidente de Retroalimenta, Darío Contreras, quien agregó que “hoy, estamos trabajando con empresas, agrícolas e instituciones de caridad para hacer ayuda social también, además de nuestra continua labor de difusión”.
¿Cómo evitar el desperdicio de alimentos?
Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos requiere la atención y las acciones de todos, desde los productores de alimentos hasta las partes interesadas de la cadena de suministro de alimentos, las industrias alimentarias, los minoristas y los consumidores.
Algunas ideas:
- Compra solo lo que necesitas, haz un menú y listado de las frutas y verduras que efectivamente vas a consumir.
- Escoge productos locales y de estación.
- Privilegia aquellas frutas o verduras que estéticamente no lucen perfectas pero que están aptas para su consumo.
- Gestiona bien los alimentos en tu refrigerador y despensa.
- Cocina de manera sostenible sacando el máximo provecho a las frutas y verduras.
- Atrévete a plantar tu propia huerta en casa.
- Gestiona sustentablemente tus residuos orgánicos.
¿Pérdida o desperdicio?
Una de las interrogantes o confusiones más comunes es respecto a la diferencia entre pérdida o desperdicio de alimentos. El estado mundial de la agricultura y la alimentación (SOFA, por su siglás en inglés) es la principal publicación anual de la FAO,y en ella explica y define cada término.
La pérdida de alimentos es la disminución en la cantidad o calidad de los alimentos como resultado de las decisiones y acciones de los proveedores en la cadena alimentaria, excluyendo a los minoristas, proveedores de servicios de alimentos y consumidores (State of Food and Agriculture (SOFA) 2019).
Mientras que el desperdicio de alimentos se refiere a la disminución en la cantidad o calidad de los alimentos como resultado de las decisiones y acciones de los minoristas, proveedores de servicios alimentarios y consumidores (State of Food and Agriculture (SOFA) 2019).
En otras palabras, la pérdida tiende a centrarse en las etapas iniciales de la cadena de suministro alimentario, es decir, producción y procesamiento de alimentos, mientras que el desperdicio se concentra sobre todo en las etapas finales de la cadena, es decir, distribución y consumo en los hogares.
