Por Eduardo Acosta Lancellotti, Presidente de la Asociación Gremial de Recauchadores y Renovadores de Chile AG – ARNEC
No cabe duda, que el mejor residuo es el que no se genera. Sobre todo, si el costo financiero del tratamiento de ese residuo, lo debe asumir el usuario y las externalidades del acopio y valorización causan impactos en el medio ambiente.
La Ley REP señala en su artículo 9 que “La responsabilidad extendida del productor corresponde a un régimen especial de gestión de residuos, conforme al cual los productores de productos prioritarios son responsables de la organización y financiamiento de la gestión de los residuos de los productos prioritarios que comercialicen en el país”. Esto quiere decir que la jerarquía en el manejo de los residuos es un tema que les compete a los productores de los productos prioritarios, toda vez que son ellos los que desarrollan productos de mejores desempeños, reutilizables y reciclables.
Por tanto, no es sólo de reciclaje de lo que estamos hablando cuando evocamos a la Ley REP. Los productores también deben incentivar a los usuarios para que adquieran productos que les entreguen más por menos, promoviendo su correcto uso y facilitando la reutilización, en clara sintonía con los preceptos de la Economía Circular. Finalmente es fundamental, para el correcto funcionamiento de la operatividad de un Sistema de Gestión Colectivo, que los productores, a través de la gestión de estos sistemas, se involucren en el desarrollo de las industrias que consuman los subproductos del reciclaje a través de la recuperación de material o de energía.
En el caso de los neumáticos como producto prioritario, sólo con estos incentivos ya mencionados se podrá desarrollar una red de valorizadores que puedan procesar la totalidad de los Neumáticos Fuera de Uso (NFU) que se generan anualmente en el país. Esto así ocurre en los países europeos con sistemas REP colectivos, como España y Portugal, donde los sistemas Signus y TNU y Valorpneu, respetivamente, generan acuerdos que promueven proyectos I+D+i y realizan campañas comunicacionales muy activas al respecto.
En relación a lo anterior, el Estado debe ejercer su rol regulador, asignando y corroborando el cumplimiento de metas, conforme a las responsabilidades que establece la Ley REP. Del mismo modo, controlando que no se generen distorsiones económicas ni monopólicas.
Como se ha difundido extensamente, la jerarquía en el tratamiento de los residuos es una cuestión estratégica y clave dentro de una mirada de Economía Circular. La Ley REP consagra adecuadamente este principio.
El renovado o recauchaje de neumáticos, actividad que consiste en reponer la banda de rodamiento gastada de un neumático, es considerada como “Preparación para la Reutilización”. El renovado de neumáticos permite que el neumático sea reintroducido al ciclo de uso, cumpliendo de esta manera con el segundo punto jerárquico del tratamiento de los residuos: La Reutilización.
El Decreto Supremo N°8, que establece metas de recolección y valorización de neumáticos, actualmente en revisión por parte de la Contraloría General de la República, establece que el renovado de neumáticos es una actividad de valorización y que permite cumplir con el 60% de las metas de valorización, en conjunto con el reciclaje de material, en los neumáticos de categoría A (neumáticos que tengan un aro inferior a 57 pulgadas, con excepción de los que tengan un aro igual a 45 pulgadas, a 49 pulgadas y a 51 pulgadas). Recalcamos así que la Ley REP establece claramente que se considerará valorización a las actividades de preparación para la reutilización, el reciclaje y la valorización energética.
La Industria Nacional del Renovado de Neumáticos, congregada mayoritariamente en ARNEC, se ha preparado para este desafío. En 2015, ARNEC trabajó en conjunto con el INN para la promulgación de la norma NCh3374:2015 “Requisitos para el Recauchaje de Neumáticos de Camiones y Buses”. Actualmente, seis plantas asociadas a la ARNEC se encuentran certificadas por CESMEC bajo el Modelo ISO CASCO 6. Otras dos se encuentran en proceso de certificación.
Los neumáticos renovados provenientes de estas plantas tienen trazabilidad completa, asegurando la calidad y seguridad de su proceso industrial. Los neumáticos renovados bajo esta norma chilena, cumplen todos los requisitos operativos y de seguridad exigidos a los neumáticos de primer uso. Por otro lado, el Decreto Supremo N°8, en su sección de metas, sólo permite que sean contabilizados como valorización aquellos neumáticos renovados en la categoría A, que provengan de plantas certificadas bajo la NCh3374:2015.
De acuerdo a los antecedentes señalados en los párrafos anteriores, el renovado de neumáticos ocupa un importante lugar en la jerarquía del tratamiento de los neumáticos usados, toda vez que permite su preparación para su reutilización, evitando la fabricación de un nuevo neumático y la acumulación innecesaria de residuos que se deben tratar.
Los índices de renovado de neumáticos en Chile son paupérrimos si los comparamos con las grandes economías del mundo (0,2 por cada 1 neumático nuevo ingresado al país comparado con niveles cercanos o superiores a 1 por 1). A pesar que las autoridades medio ambientales del país están muy conscientes de los beneficios del renovado y así ha quedado reflejado en la Ley REP y en el Decreto Supremo N°8 de neumáticos, el 80% de los neumáticos de camiones y buses en nuestros país no se reutilizan, ya sea porque existen prohibiciones unilaterales por parte de mandantes de transporte que contravienen lo que el Estado autoriza en sus plantas de revisiones técnicas; al poco cuidado de los neumáticos por parte de los usuarios; uso de neumáticos desechables; y a la falta de compromiso tangible, en algunos casos, por parte de los productores de neumáticos por fomentarlo.
Claramente los fabricantes más prestigiosos del mercado mundial, integran al renovado como parte de su estrategia de Economía Circular. Lamentablemente, en nuestro país sólo pasa a ser una declaración de buenas intenciones, salvo algunas contadas excepciones.
La Industria Nacional del Renovado de Neumáticos, liderada por ARNEC, es una red de valorización instalada y funcionando día a día. Sólo debemos potenciarla para maximizar sus beneficios medio ambientales y económicos en estos difíciles tiempos. No renovar un neumático es ir contra todos los principios de la Economía Circular, desperdiciando importantes recursos irremplazables para el planeta y dejando una huella de carbono mayor de un 66%. ¿Seremos tan ricos como para despilfarrar tanto?.