Por Sharoni Rosenberg, gerente de Sostenibilidad de PwC Chile
Ya se ha cumplido el primer aniversario de la publicación de la “Declaración de Propósito de una Corporación” del Bussines Roundtable (BRT), agrupación que reúne a los presidentes ejecutivos de 181 de las mayores corporaciones de Estados Unidos, que cuentan con más de 15 millones de empleados y unos ingresos anuales superiores a los US$7 billones.
En su encuentro del año pasado, emitieron una declaración con miras a cambiar definitivamente el paradigma de los negocios. En un documento denominado “Declaración sobre el Propósito de la empresa” se manifestó expresamente que las compañías deberían satisfacer los requerimientos de todos sus grupos de interés, ya sea a través de: la oferta de valor a sus clientes, inversión en capital humano, trato ético y justo a los proveedores, apoyo a las comunidades y generando valor a largo plazo para sus accionistas.
Sin bien esta declaración generó mucha expectativa, un estudio reciente del London School of Economics, muestra datos desalentadores en cuanto al cumplimiento de esta promesa, al menos respecto de las empresas listadas en bolsa. Esa situación, ha desatado una ola de críticas por las cuales los mismos grupos de interés (sobre todo ONGs, académicos y líderes en sostenibilidad) exigen menos “blablá” y más acción, lo que los norteamericanos llaman “Walk de Talk”.
¿Qué implica avanzar en el propósito empresarial?
- Primero, se debe hacer una declaración pública respecto de la contribución o impacto que la empresa busca generar en el mundo. Esa contribución debe referirse a la razón de existir de la compañía y servir de base para el éxito de la compañía.
- Luego se deben fijar metas que permitan medir los avances, considerando en ella, la maximización de impactos positivos y la mitigación de impactos negativos. Para esto debemos considerar los impactos económicos, sociales y ambientales.
- Finalmente, transparentar su quehacer. Es decir, rendir cuentas, en la forma de reporte de sostenibilidad o de impacto, que permita a los grupos de interés apreciar los avances. Lo que se espera, es una rendición de cuentas honesta, en la cual la empresa se hace cargo de lo bueno, pero también de aquellos impactos que han sido detectados, pero difíciles de mitigar.
El Covid es una dura realidad para las empresas, no obstante debemos seguir avanzando en la construcción de una sociedad con propósito, en la cual las organizaciones pasan a ser un pilar fundamental en la reactivación sostenible de nuestro planeta.