Las plantas fueron aportadas por empresas forestales socias del gremio y la meta es entregar un total 4 millones de plantas en un lapso de 3 años, a través de un convenio con CONAF.
Contribuir a la meta de carbono neutralidad que se ha fijado el país, ayudar a la recuperación de los bosques quemados y apoyar la reactivación del empleo a través de pequeños propietarios forestales, son los desafíos que la Corporación Chilena de la Madera –CORMA- se ha planteado con una iniciativa que busca entregar un total de 4 millones de plantas en un lapso de 3 años.
Las empresas forestales socias del gremio -que reúne a 170 asociados pequeños, medianos y grandes- concretarán este mes la entrega de los primeros 400 mil árboles a pequeños y medianos propietarios forestales de las regiones de Maule y Biobío, que en las últimas temporadas se han visto afectados por incendios forestales.
Esta iniciativa se enmarca en el convenio de Cooperación suscrito el 2019, entre CORMA y la Corporación Nacional Forestal -CONAF- y que busca contribuir a la recuperación y mejoramiento de los bosques afectados por siniestros a través de la reforestación y el manejo apropiado de estos.
En total son 408.096 plantas, elegidas por pequeños propietarios de predios, de las cuales el 84% corresponde a especies con fines productivos y el 15% a especies nativas. Estas cantidades de plantas por especie fue levantada por CONAF a partir de las solicitudes realizadas con estos propietarios forestales.
El presidente de la Corporación Chilena de la Madera, Juan José Ugarte, destacó que esta donación va en directa ayuda de personas que por distintas situaciones se han visto perjudicadas en su patrimonio boscoso, que en muchos casos es su principal actividad y fuente de ingresos.
“Vemos con especial satisfacción como avanza nuestro plan conjunto público y privado, para entregar en tres años un total de 4 millones de plantas. Los árboles juegan un rol clave para mitigar el cambio climático, y a su vez, en la coyuntura actual todo el proceso que significa su plantación, ayudará a la recuperación de empleos de personas que mucho antes de esta pandemia y por el efecto de los incendios, perdieron su fuente laboral y el sustento de sus familias”.
El dirigente gremial agregó que “vivimos un contexto muy desafiante, en que la reactivación económica de nuestro país debe estar orientada a una economía sostenible, amigable con el medio ambiente y tal como se planteó en la Cuenta Pública Presidencial del 31 de julio, el país se ha planteado una meta de plantar 230 mil hectáreas en los próximos 10 años, y así alcanzar la carbono neutralidad antes del 2050”.
Para la Región del Biobío se destinarán 323 mil plantas y 84 mil para Maule. Entre las especies nativas más demandadas por los propietarios beneficiados con la donación están el Quillay, Peumo, Maqui, Roble, Maitén y Raulí. Mientras que especies como el Laurel, Arrayán, Lingue, Pitao, Avellano y otros, fueron solicitadas en menores cantidades.