No más rentable, más querida. He ahí la diferencia que el creador de los anteojos Karun puso sobre la mesa. Thomas Kimber, emprendedor desde los 18 años, expuso acerca de su vida, de la empresa que lidera y aconsejó a los nuevos emprendedores. Todo contado desde la pasión y la conciencia por nuestro entorno. Un lujo de conversación.
Con una vista envidiable del lago Llanquihue de fondo, Thomás Kimber concedió una entrevista realizada por www.conectamasfiis.com donde contó su historia como emprendedor a cargo de la empresa de anteojos reciclados Karun. “¿Cómo sería el mundo si entendiéramos que todos somos naturaleza?”, es la invitación a reflexionar que hace la marca a sus clientes, emprendimiento que tiene su sede en Puerto Varas con la intención de descentralizar nuestro país junto con trabajar directamente con pueblos originarios del valle de Cochamó.
“Apuntamos a ser la marca sustentable más querida del mundo de aquí a diez años”, afirma Thomas, quien contó su historia marcada por la profesión de su madre, fotógrafa especializada en la Patagonia. Al mismo tiempo, recordó el punto de inflexión en su vida que fue cuando decidió congelar su carrera de Ingeniería Comercial a los 18 años con la convicción de que podía levantar un modelo de negocios distinto. “Hay que hacerlo no copiando, ni siguiendo los pasos de negocios de afuera, nosotros trabajamos con profesionales chilenos, con admiración por los pueblos originarios, reencantándonos con lo que somos”, dijo y luego agregó, “con eso, tenemos todo para poder competir con las grandes marcas del mundo”.
“Nosotros partimos de cero, yo no vengo de una familia con plata, cuando empezamos hice un doctorado en todo lo que no se debe hacer en un emprendimiento; terminé en la UTI por estrés”, confesó. Además, aconsejó que idealmente al arrancar un proyecto “hay que tratar de empezar con fondos públicos, si uno es busquilla puede encontrar apoyo, no sólo en Corfo, también en Sercotec, capital Semilla, etc”.
En la enriquecedora conversación Kimber abordó el tema del propósito también, “está muy de moda, hay muchas empresas que creen que tienen que inventarlo. Lo que yo digo es que hay que reevaluarlo. Cualquier persona que parta una empresa sólo para ganar plata, es muy difícil que trascienda en el tiempo”, sostuvo.
¿Es realmente una moda o crees que es real la preocupación por el prójimo y por el planeta?
Si observamos lo que ha pasado en los últimos tres años, podemos ver movimientos anti racistas, el de Greta; hay una masa crítica de personas peleando por sus derechos, pero no sólo por eso, sino además por los derechos de los que no tienen voz. Como humanidad estamos mucho más conscientes ahora que en el pasado. Y lo digo desde la visión de los empresarios y consumidores, se está acelerando de manera agigantada la visión social y sustentable y espero que sea exponencial ese crecimiento.
