Andrés Biénzobas Saffie y Daniel Pérez Pallares desarrollaron una metodología que permite multiplicar el uso de mascarillas con botellas plásticas.
Recientemente la autoridad sanitaria del país recomendó su uso en lugares cerrados donde haya más personas, además de la obligatoriedad en el transporte público y privado remunerado.
Han sido uno de los insumos médicos más utilizados durante la crisis de Coronavirus en el mundo y, por ende, de los más escasos. Las mascarillas se han hecho indispensables en el día a día de las personas y -en especial- para los profesionales de la salud.
Andrés Biénzobas y Daniel Pérez, con el fin de multiplicar su uso y vida útil, así como ante la escasez generalizada de equipos de protección personal, desarrollaron un prototipo de un sistema de multiplicación de máscaras médicas, a través de la reutilización de botellas plásticas PET.
“Nuestra solución genera máscaras de calce casi hermético. Con esta metodología, 1 máscara desechable rinde 4 a 16 usos”, señalan sus creadores quienes detallan que todo el proceso de confección es entre 15 y 20 minutos.
Basado en el corte de máscaras existentes como filtros, y utilizando el extremo superior de una botella plástica, este nuevo ejemplo de economía circular permitirá fabricar mascarillas caseras y seguras. Para su fabricación, Biénzobas y Pérez elaboraron un documento que incluye un molde de corte e instrucciones para hacer una de estas máscaras.