Por Mario Velázquez, Country President de Schneider Electric Chile
El Día Internacional de la Mujer es un recordatorio para celebrar su importancia en nuestra sociedad. De hecho, analizando la relevancia de esta fecha, la conmemoración del año pasado coincidió con el centenario de emancipación femenina. Esto nos hace reflexionar sobre el largo camino recorrido y, más aún, lo que falta por recorrer para lograr una igualdad real.
Si bien se ha avanzado y van surgiendo nuevos desafíos -actualmente se busca reconocer la contribución de las mujeres a los negocios, la ciencia, la política y otros aspectos de gran importancia social- cien años después, las empresas aún estamos al debe respecto un posicionamiento más justo en torno a la diversidad. Esto, no solo está vinculado a la representación de las mujeres en los directorios y otros puesto de trabajo. Sin ir más lejos, en nuestro propio rubro, la realidad es que no contamos con una cantidad suficiente de mujeres en las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) lo que se traduce en una enorme pérdida de talento.
El problema viene de antes, desde de la educación. El 2018, la División de Educación Superior del Mineduc indicó que las mujeres conforman el 53% de la matrícula de Pregrado y los hombres alcanzan el 47% a nivel universitario. No obstante, según el informe de Participación Femenina de ese mismo año, perteneciente a la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, afirmó que las matrículas anuales en carreras científicas, entre los años 2009 y 2018, disminuyeron un 0,3 %. Respecto a las ingenierías sus ingresos bajaron 0,1%. Un claro estancamiento.
Los desafíos se agudizan aún más si se habla de la tasa de titulación. Aquí, las mujeres representaron el 56,6% del total, algo proporcional a las cifras de ingreso, pero si nos detenemos en las áreas científicas, obtenemos únicamente un 18,4% de participación femenina; mientras que en industria, construcción e ingenierías, se obtiene 16,9%.
Todos conocemos a Marie Curie, primera persona en recibir el premio Nobel en dos especialidades (Física y Química). Pero ¿sabemos Mária Telkes y Eleanor Raymond, crearon la primera casa que funciona con energía solar en 1947? ¿Y que la calefacción central fue inventada por Alice Parker en 1919? Hay que inspirar a la próxima generación de talento femenino, con ello, la motivación de mujeres en disciplinas como matemáticas y ciencias crecerá a diario.
A partir de esta revolución innovadora obtendremos únicamente beneficios. Cuando se trata de negocios, la igualdad de oportunidades, la diversidad y la inclusión generan innovación, creatividad, compromiso, colaboración y alto rendimiento; son ingredientes necesarios para el éxito de una compañía en un mundo cada vez más competitivo y complejo. Las grandes ideas pueden y deben venir de cualquier parte, especialmente cuando nos enfrentamos al mayor problema de nuestra generación, el Cambio Climático.
Mi planteamiento es el siguiente: si celebramos los logros femeninos todos los días, no solo en el Día Internacional de la Mujer ¿podríamos inspirar a la próxima generación de mujeres científicas, ingenieras, emprendedoras y pensadoras? Ya estamos viendo el efecto “Greta” en todas partes, colocando el Cambio Climático al frente y al centro de las agendas comerciales y nacionales. Lo que solo prueba que cada persona, hombre o mujer, puede hacer una gran diferencia y tiene un papel que desempeñar para lograr la igualdad en el mundo.