Por Soledad Mella Vidal, Asociación Nacional de Recicladores de Chile y Macarena Maturana Rogers, Directora Ejecutiva Cempre Chile.
Cada primero de marzo se conmemora el Día Mundial del Reciclador, en recuerdo de un grupo de recolectores que en 1922 fue asesinado en la Universidad Libre de Barranquilla, Colombia.
Por ese motivo, en esta fecha se rinde homenaje a los recicladores; mujeres y hombres que cada día se dedican a recolectar, seleccionar, recuperar, comercializar y reutilizar residuos, labor que por años ha sido invisibilizada e incluso despreciada por prejuicios sociales. Se trata de los históricamente mal llamados “cachureros”, “cartoneros” o “chatarreros”, quienes desde siempre han sido vistos recogiendo, separando y recuperando lo que otros desechan.
Sin embargo, estas personas que han sido estigmatizadas y marginadas por una sociedad que los ha subvalorado por años, se han convertido en profesionales del reciclaje, reeducando a la ciudadanía en temas ambientales y con un claro compromiso sustentable.
La actual Asociación Nacional de Recicladores de Chile (antes Movimiento Nacional de Recicladores de Chile) logró que los recicladores de base sean reconocidos como gestores en los sistemas de gestión de residuos, según lo establecido en la nueva Ley REP, certificándose para formalizar su oficio y ser parte de la cadena de valor de la industria del reciclaje.
Pero la Asociación no lucha sola, aliados como Cempre Chile (Compromiso Empresarial para el Reciclaje) -conformada por diferentes empresas- desde hace años trabaja buscando facilitar alternativas de desarrollo e inclusión efectiva de los recicladores como gestores de residuos en la gestión municipal y privada.
Este apoyo ha significado que hoy exista una inclusión efectiva de los recicladores en cuatro municipios de Santiago, lo que es fundamental, entendiendo que se vienen metas relevantes en torno al reciclaje, sobre todo en lo relativo a Envases y Embalajes, donde materiales como las botellas plásticas, cartón para bebidas, metales, vidrio, papeles y cartones, permitirán ampliar y mejorar un mercado de valorización ya creado para estos materiales.
Pero para la Asociación es necesario dar un paso mas allá. No es suficiente “incluir” a los recicladores, sino que el desafío es que estos sean reconocidos por su compromiso y su histórico aporte a la sociedad, fortaleciendo su trabajo, por ejemplo, con herramientas tecnológicas de medición que permitan el registro de sus residuos; fomentando la construcción de centros de acopio especialmente en regiones y facilitando el acceso a la certificación de recicladores.
El llamado, entonces, es a reconocer a nuestros recicladores como agentes primarios e imprescindibles en la cadena del reciclaje. Cuidarlos y apoyarlos es tarea de todos, ya que con su trabajo no sólo mejoran la calidad de vida de las personas, sino que también aportan al sustento planetario, como los mejores aliados en la lucha contra el cambio climático.
