Por Alejandra Fuenzalida, Directora Ejecutiva de United Way
Resulta ilógico que en pleno siglo XXI recién estemos tomando conciencia de lo que significa la equidad de género y su importancia. Lamentablemente, a pesar de las demandas sociales que presenta este tema en Chile, sólo un 49% de las mujeres participa en la fuerza laboral del país, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Además, el Informe de Mujeres en Alta Dirección de la UC, arroja que sólo un 17% está en cargos de ejecutivos principales y sólo 4% de altos directorios son presididos por mujeres.
El punto es que quienes queremos cambios en esta materia, debemos convencer y demostrar los beneficios de la igualdad de género, siendo que ya cuenta con números sólidos que la avalan. Por ejemplo, sabemos que las diferencias de ingresos entre mujeres y hombres provocan pérdidas de riqueza por USD 160 billones en todo el mundo, de acuerdo al Banco Mundial.
Para nosotros, el primer paso es instruir a las nuevas generaciones. Inculcar desde las clases primarias lo que significa la igualdad, la diversidad, el respeto por el otro y que las diferencias son y han sido principalmente culturales, lo que no determina de ninguna forma las capacidades que tienen las personas para ejercer labores similares.
En definitiva, es necesario suprimir las antiguas construcciones sociales entorno a la distinción entre mujeres y hombres, lo que llevará a reducir las brechas y, poco a poco, eliminar las barreras que se han levantado. La tarea es de todos y todas para lograr esa verdadera equidad que hace tanto anhelamos.