Santiago Innova cuenta con una incubadora donde estacan mujeres que han podido desarrollar sus ideas para convertirlas en realidades.
En compañía de experto/as y mentores, han dado vida a negocios con propósitos, que pueden ser sostenibles en el tiempo.
Reciclaje, alimentación, moda y educación son sólo algunos de los casos que hoy significan un aporte para la sociedad, todos a cargo de mujeres dispuestas a innovar en sus emprendimientos.
El espacio de la mujer ya no está en la casa; hoy, las jóvenes y adultas del país tienen el ímpetu para seguir sus talentos y concretar las buenas ideas que Chile necesita. No se trata sólo de emprender, sino de abrir camino para las que vendrán, posicionar la innovación desde una mirada de mujer y aportar a la vida en sociedad con ideas brillantes, que hoy en día encuentran las contenciones y herramientas necesarias para pasar del papel a la práctica.
Santiago Innova, dentro de su incubadora, ha buscado facilitar el camino a emprendedores y emprendedoras talentosas, en un esfuerzo por estandarizar competencias en el ecosistema del emprendimiento, democratizar el acceso al financiamiento público y privado, y sofisticar el desarrollo de las ideas dinámicas.
María Paz Sepúlveda, directora de Santiago Innova, reflexiona que “la mujer siempre ha llevado bien lo de emprender. Desde que crea oportunidades de negocio en su hogar porque no puede salir de su casa por cuidar a sus hijos, hasta hoy; que se ha ido incorporando al ecosistema del emprendimiento en su propia oficina creando redes y vínculos con sus habilidades y aportando orden y metodología en los presupuestos. Siento que las mujeres han aprovechado muy bien la innovación porque desde siempre han tenido que innovar para hacerse un espacio en este mundo”.
Quien también sabe de historia de la mujer en la innovación es la fundadora de Santiago Innova y actual miembro de su directorio, Blanca Velasco: “Creo que las mujeres tienen facilidades para integrarse, pero aún quedan herramientas para aprender. Una de ellas es mirar hacia el futuro, más allá desde su propio producto. Saber en qué industrias están y, precisamente en eso las ayudamos a través de Santiago Innova, las orientamos. Es muy importante que se hagan la pregunta: “¿dónde quiero estar en 3 a 5 años más?” porque eso les permitirá tener una ruta para sus alianzas y colaboraciones. Las mujeres debemos saber que nadie innova en solitario”. agregó.
Es esta incubadora lo que une a cuatro excelentes emprendimientos innovadores a cargo de Camila Tobar, Javiera Badilla, María José Maray e Ignacia Amunátegui. Todas estas mujeres, cada una en su área, han trabajado una idea/necesidad y la transformaron en un proyecto que no sólo funciona, sino que también beneficia a una parte significativa, y muchas veces olvidada, de la sociedad.
Camila Tobar es la responsable de Abi Foods, “mezclas listas para cocinar, libres de gluten y los principales alérgenos como la soja, la leche y el huevo”, cuenta la celiaca que hace diez años vio en un problema que vive a diario, una forma de aportar a quienes tienen su condición. “Tenemos una línea de cuatro mezclas: una para hacer pan, repostería, masa de pizza integral y empanadas; actualmente estamos en 70 puntos de ventas y seguimos expandiendo”, dice.
Y mucho de eso ha sido gracias al trabajo conjunto con Santiago Innova. “En el 2018 logramos ganar el Capital Semilla. Me he sentido súper apoyada en temas de negocios, de contactos, de espacio, más ahora que llegaron nuevos mentores”, comenta sobre una experiencia que catalogó de positiva, sin dudar.
Otro de los proyectos estrella es Rockndress, un marketplace que permite a mujeres arrendar prendas y accesorios de fiesta para usarlos por el fin de semana, logrando que gasten menos pero que sorprendan con un look acorde a sus estilos. “Funcionamos como plataforma virtual y como tienda física, tenemos más de 700 prendas, zapatos y accesorios en nuestro showroom dispuestos para el arriendo”, explica la responsable Ignacia Amunátegui, agregando que las mismas usuarias pueden poner en arriendo sus pertenencias para rentabilizar el costo de estas prendas, que son las más caras de adquirir y las que menos se ocupan.
“Llegamos a Santiago Innova después de ganar Capital Semilla y nos han orientado de todas formas: en un comienzo con charlas, luego con capacitaciones, nos hicieron el contacto con Sercotec para ver temas financieros, tenemos el apoyo de un equipo creativo llamado Concuerda, nos han recibido en varias ocasiones para orientarnos en la ejecución del proyecto y para ayudarnos con diverso feedback para clarificar y ordenar todo lo que es llevar un emprendimiento”, admite.
LUP es una empresa dedicada al reciclaje de plástico, capaz de transformarlo en una fibra flexible resistente que es usada para nuevos productos, extendiendo así la vida útil del material. Artesanos, fabricantes, pequeños productores, y más, se ven beneficiados por esta materia que ocupan como prima. Javiera Badilla está a la cabeza de esta vital idea que logra reutilizar plásticos de HDPE, LDPE Y PP.
Uno de los pilares de la sociedad es la educación, y María José Maray creó Poptimize, un calendario interactivo para profesores, en el que solo basta ingresar los datos de curso, asignatura y horario para crear planes y programas de estudio en conjunto con el MINEDUC, logrando establecer un plan anual de trabajo.
A pocos días de conmemorar un nuevo 8M, estas mujeres que destacan en la innovación, son una prueba de la capacidad y creatividad para emprender cuando las herramientas se encuentran disponibles para crear oportunidades. Santiago Innova y su incubadora seguirán reclutando proyectos tan diversos e innovadores como los de estas emprendedoras que buscaron asesoría y llevaron adelante sus creaciones.