Por Francisco Droguett, gerente de beneficios de Sodexo
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 74,2% de la población chilena tiene sobrepeso u obesidad. Esta condición de salud trae consigo una serie de enfermedades asociadas, como hipertensión y diabetes, entre muchas otras, lo que, a su vez, genera un gasto sanitario anual en el país de 1.692 millones de dólares. Esta cifra representa un 6,7% del total en atención médica en Chile, según el Ministerio de Salud.
Frente a esta realidad, cabe preguntarnos cuál es el rol que deben cumplir las empresas del futuro para ser un aporte para la salud de nuestros colaboradores. Tenemos que asumir un compromiso no sólo para entender el impacto que tenemos en su calidad de vida, sino también porque existe una relación directa en términos de desempeño y productividad.
Según datos entregados por FoqusChile a través del estudio “Efectos económicos de una política de alimentación laboral”, el PIB de nuestro país puede aumentar 1%, de forma permanente, si las empresas desarrollan programas para incrementar en un 30% una dieta sana entre sus colaboradores. Esto, a su vez, tiene un impacto directo en aspectos centrales de su desempeño, como enfermedades y licencias médicas.
Por esto, cuando exista una preocupación por la alimentación de los trabajadores, a través de programas estables y efectivos en el largo plazo, estos números irán en descenso, de un 30% en hombres y un 35% en mujeres, a un 19% y 23%, respectivamente. Además, las compañías estarán impulsando otros indicadores de satisfacción interna, como el nivel de compromiso de los colaboradores o el grado de identificación que tienen con los valores y la cultura organizacional.
Lo anterior es importante porque en la medida en que la fuerza laboral reconoce y hace un uso eficiente de las políticas que se implementan internamente, y que tienen directo impacto en su calidad de vida, se transforman en inversiones de largo plazo. A su vez, se abre un espacio importante para aumentar la productividad, con trabajadores que gozan de buena salud y buen ánimo.
Estos indicadores quedaron muy bien reflejados en última encuesta realizada por Laborum sobre alimentación en el trabajo, la cual afirma que entre los beneficios más valorados por los colaboradores se encuentran un casino para almorzar (23,5%); entregas de cheques o tarjetas de colación (19,5%); bonos mensuales de alimentación mensual (17%), y convenios con restaurantes (13,9%).
En momentos en que el sobrepeso y la obesidad tanto en Chile como en distintos países del mundo mantiene encendidas las alertas, es importante que las empresas realicen un esfuerzo aún más articulado y consciente para desarrollar programas efectivos, que apunten a mejorar la calidad de vida y trabajo de sus colaboradores. Esto, porque no sólo estaremos ayudando a disminuir esta cifra altamente preocupante desde el punto de vista de la salud y las políticas públicas, sino que estaremos haciendo una inversión directa en los resultados que estos negocios podrán obtener en el mediano y largo plazo