La electromovilidad en el mundo se presenta como una alternativa consecuente y contingente en el panorama global contemporáneo.
Un excelente ejemplo es el de Tesla Motors, empresa productora de automóviles eléctricos cuyas utilidades ascendieron a 21.4 mil millones de dólares en el año 2018.
Esta tendencia de transporte sustentable viene marcándose incluso desde hace algunas décadas atrás, aunque no sea específicamente del tipo eléctrico. De acuerdo con datos de la European Environment Agency, entre 1990 y 2016 las emisiones por transportes se redujeron en un
- 41% para los grupos NOx,
- 63% para los grupos SOx,
- 86% para el CO.
Además, según esta misma fuente, las partículas PM2,5 se han reducido en un 40% en comparación a los niveles de este material particulado en el año 2000.
Aunque estos valores se ciñen estrictamente al escenario de los transportes y de que aún hay mucho más que solucionar en cuanto a emisiones de gases invernaderos, al menos dan cuenta de las acciones que sí se están tomando en algunos escenarios particulares y no menos relevantes.
Electromovilidad en el mundo
Uno de los tópicos más relevantes en cuanto a medios de transporte eléctricos a nivel global salió a flote en la COP24 desarrollada en Polonia el año 2018. Durante esta conferencia se llevó a cabo una Declaración de Electromovilidad a la que se adjudicaron más de 40 países en 5 continentes, los que en conjunto permiten abarcar a casi la mitad de la población mundial.
La idea detrás de esta declaración es que “la cooperación internacional y el intercambio de experiencias son el único modo de lograr la movilidad urbana sustentable”. Más en específico, lo que se busca con este nuevo acuerdo es lograr una asistencia conjunta que apunte a la investigación y al desarrollo en cuanto a tecnologías relacionadas con la electromovilidad, construyendo la infraestructura necesaria y también incentivando estratégicamente este tipo de mercado.
Lo que buscan lograr en el Foro de Electromovilidad es que con el tiempo el transporte deje de ser uno de los principales responsables cuando se hable de la crisis climática mediante una implementación sostenida de medios de transporte eléctricos.
Electromovilidad en Chile
Un alto impacto tuvo la noticia de transporte sustentable en diciembre de 2018, cuando Transantiago puso en funcionamiento los primeros recorridos de buses eléctricos en Chile, estrenando esa misma semana el primer electroterminal en Latinoamérica.
Pero es no es todo: desde el año 2017 se han venido definiendo estrategias de movilidad urbana sustentable en múltiples sectores, planteándose metas tanto a corto como a largo plazo. Algunas de las metas y avances a julio de 2019 en cuanto a electromovilidad en el país son las siguientes:
- Se han instalado 80 electrolineras de las 150 que se esperan para fines de 2019.
- Se espera un parque vehicular integrado por diez veces más vehículos eléctricos para 2022 (con respecto a 2017). A la fecha van 794, desde automóviles livianos y medianos hasta buses urbanos e interurbanos.
- Se espera que para 2040 el 100% del transporté público sea eléctrico, mientras que para 2050 un 40% de los vehículos particulares debieran cumplir esta condición.
Los gobiernos se comprometen cada vez más con un modelo de transporte sustentable y menos dañino para el planeta, lo que ofrece un panorama alentador para los próximos años en esta materia.
