“Aún no existe voluntad ni madurez política de algunas de los países más grandes emisores. Esto es doloroso y triste porque nos afecta a todos”, sostuvo la titular de Medio Ambiente y presidenta de la COP25.
Con el objetivo de informar a la ciudadanía sobre el resultado de la COP25 realizada en Madrid, la ministra del Medio Ambiente y presidenta de esta instancia, Carolina Schmidt, realizó un balance sobre los avances y temas pendientes que quedaron en la cumbre climática más importante del mundo y que debe tomar medidas por consenso de las 197 partes que la integran.
“Recién hemos aterrizado. Estamos cansados, agradecidos por los avances realizados, pero claramente no estamos satisfechos”, señaló la ministra Schmidt en conferencia de prensa durante esta tarde.
La ministra Schmidt sostuvo que cuando Chile asumió la Presidencia de COP25 se impuso ocho grandes desafíos, de los cuales 7 de ellos fueron conseguidos, luego de una larga negociación para concitar el apoyo unánime de todos los integrantes de la instancia.
Primero, se logró un gran acuerdo global por la ambición climática. Esto significa que los 197 países se han comprometido a presentar más y mejores compromisos nacionalmente determinados. Segundo, se consiguió que 121 de los 197 países se comprometiera ya a la Carbono Neutralidad al 2050, como pide la ciencia y lo está haciendo Chile.
Tercero, y tal como lo estableció Chile desde el primer momento, se consiguió un acuerdo global para que los océanos estén protegidos de acuerdo con la ciencia para la acción climática, inédito en una COP. Cuarto, se logró un consenso para establecer mayor equidad social a nivel global en la acción climática. Pese a las dificultades, se consensuó el mecanismo para abordar las pérdidas y daños que sufren los países más vulnerables frente al cambio climático.
Quinto, se estableció el Plan de Equidad de Género entre hombres y mujeres para impulsar la acción climática, cumpliendo un anhelo muy profundo de la sociedad entera. Sexto, se aumentó fuertemente los compromisos del sector privado y actores no estatales. Es así como 400 ciudades y 800 empresas globales y más 4 trillones de dólares para inversiones fueron comprometidas para alcanzar la Carbono Neutralidad 2050.
Séptimo, la Presidencia chilena logró hacer transversal la acción climática, involucrando por primera vez en la historia a autoridades de los principales sectores productivos. Ministros del mundo de Energía, Agricultura, Transporte y Finanzas buscarán, a partir de esta COP25, soluciones y caminos para emitir menos y capturar más.
Sin embargo, la ministra Schmidt reconoció que “no pudimos lograr uno de los objetivos más relevantes que teníamos: regular la compra y venta de los bonos de carbono. Con dolor, reconocemos que los países no logramos un consenso global en este punto, que habría permitido traer recursos a los países más vulnerables para implementar proyectos que nos permitieran acelerar la disminución de emisiones”.
La titular de Medio Ambiente recordó en las últimas cuatro COP se intentó alcanzar acuerdo en el mercado de bonos de carbono, pero no ha sido posible. “Aún no existe voluntad ni madurez política de algunas de los países más grandes emisores. Esto es doloroso y triste porque nos afecta a todos”, señaló.
Añadió que “muchos nos dijeron que no pusiéramos este objetivo como uno a lograr en esta COP porque era imposible de alcanzar. No nos arrepentimos de haberlo hecho. Ante la urgencia de la crisis climática nunca se debe tener miedo de ponerse metas altas. Sólo hay temerle a no atreverse a dar la pelea donde hay que hacerlo. Este era el lugar. Este era el tiempo”.
Y agregó: “por supuesto que no estamos satisfechos. Los acuerdos alcanzados no están a la altura de lo urgencia climática que necesitamos y que la ciudadanía demanda. Les quiero contar esta era una COP difícil, desde sus orígenes. En diciembre del año pasado, lo fácil era dejar pasar la COP cuando Brasil se bajó y evadir una responsabilidad que es de todos en el planeta. Pero Chile y este Gobierno, contra todo pronóstico decidimos tomar esta responsabilidad con todas las dificultades que eso conllevaba. Levantamos la COP en un tiempo récord. Y un mes antes, por las razones que todos conocemos, debimos cambiarla de lugar”.
Finalizó declarando que “nunca antes una COP había despertado tanto interés y tanta ilusión. No podemos, ni vamos a esperar a la próxima COP. Vamos a seguir trabajando, sin parar, sin descanso, por una acción climática más potente y justa en el mundo (…) necesitamos a la ciencia, a la sociedad civil, a los jóvenes, a los sectores productivos, a las comunidades indígenas, al sector financiero y a todos los parlamentarios. Todos cumplen un rol fundamental en esta tarea. Por eso, apelamos a la generosidad de todos. Este es el momento de unirnos y enfrentar juntos el mayor desafío de nuestros tiempos. Vamos a seguir luchando por esta causa”.