Por Humberto Salinas T, Director de la Asociación de Emprendedores de Chile ASECH.
El PNUD sugiere que reducir la desigualdad no es un imperativo ético, es una exigencia para la sostenibilidad de los países.
Hoy Chile no es el mismo que hace 15 días atrás. Claro, existía una amplia convicción de lo bien que estábamos, pero en el fondo, todos teníamos claridad que a lo largo de la gestación de este “desarrollo” económico, aún faltaban algunos ingredientes en la receta que no han permitido evolucionar de manera pareja a todos. El contexto y las demandas sociales que hoy han surgido nos presentan grandes desafíos como ciudadanos, empresas, organizaciones, y por cierto, como gobierno y estado. Se despliegan una serie de oportunidades que antes no solían estár en la agenda diaria, y que hoy se hacen cada vez más relevantes su implementación para desarrollar una sociedad más justa y equitativa.
Según el reporte Desigualdad del PNUD, ‘reducir la desigualdad, no es solo un imperativo ético, es también una exigencia para la sostenibilidad del desarrollo de los países’. La reducción de la desigualdad es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a los que Chile adhirió en el marco de la Agenda 2030 acordada por los países reunidos en las Naciones Unidas, promueven la prosperidad, el desarrollo de estrategias que favorecen el crecimiento económico y la vez abordan las necesidades sociales que justamente hoy se están demandando en nuestro país.
La invitación es a tomar el mensaje del PNUD y hacerlo propio, a desarrollar un país sustentable que nos permita crecer de manera equitativa. Hoy la sustentabilidad ha sido tomada en serio por pocos agentes. Es cierto que la COP25 nos permitía visibilizar más el mensaje, pero ya no fue, démos vuelta la página, veamos cómo lo hacemos sin esta vitrina que nos farreamos como país. Chile es vulnerable climáticamente, tiene 7 de las 9 condiciones de vulnerabilidad climática según estudio riesgo climático mundial, entonces, ya no solo es una recomendación PNUD, es una obligación país cuidar a los nuestros de estos impactos, debemos tomar acciones concretas en nuestra estructura país, gobierno (estado), empresas, organizaciones y personas , que permitan la generación de una nueva economía que considere con claridad y efectividad los aspectos sociales y medioambientales, pilar básico de un desarrollo sostenible en el tiempo. La Fundación Ellen Macarthur, uno de los principales referentes de la economía circular en el mundo, la define como, ‘regenerativa, restaurativa y trata en definitiva de desvincular el desarrollo económico global del consumo de recursos finitos’. Hoy Chile es principalmente extractivista, principalmente cobre y productos marinos, según estudios de la misma fundación solo nos quedan entre 50 y 70 años de extración de cobre tal como la conocemos hoy, y en el 2050 habrá mas plásticos que peces en el océano. El desarrollo sostenible es imprescindible y necesario hoy. La economía circular nos ofrece comenzar a preocuparnos desde donde provienen los recursos, diseñarlos de manera tal que al fin de su vida útil no impacten el ecosistema, de cómo se produce, de cambiar el concepto residuo por materia prima y de ser conscientes con el medio en que nos desenvolvemos. Lo anterior, reduce impactos negativos, regenera economías, crea nuevas industrias, permite aumentar empleos, permite un crecimiento más acelerado de la economía ergo mejora la inequidad social. Hoy necesitamos un nuevo PACTO SOCIAL y un camino que asegura esto es poner en el centro el desarrollo sustentable de Chile.
