Las naciones del G20 no están encaminadas a cumplir con los compromisos del Acuerdo de París, pero tienen enormes oportunidades para realizar reducciones rápidas de emisiones de gases de efecto invernadero, según un nuevo reporte de las Naciones Unidas.
Uno de los capítulos del Informe sobre la Brecha de Emisiones 2019 publicado hoy de forma anticipada, previo a la Cumbre sobre la Acción Climática del Secretario General de la ONU, dice que los miembros del G20, que representan alrededor de 80% de las emisiones globales, aún no están asumiendo compromisos climáticos transformadores con la amplitud y la escala necesarias.
El Informe sobre la Brecha de Emisiones 2018 había mostrado que alrededor de la mitad de las trayectorias de emisiones de gases de efecto invernadero de las naciones del G20 se quedan cortas para cumplir con sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) bajo el Acuerdo de París. En conjunto, las NDC actuales son insuficientes para cumplir con la meta de mantener la temperatura del planeta en 1,5 °C o bajo 2 °C. Esto significa que el mundo todavía se dirige a un aumento catastrófico de la temperatura de más de 3 °C este siglo.
Sin embargo, el capítulo anticipado del informe de 2019 señala áreas clave donde las naciones del G20 pueden acelerar rápidamente la acción cuando presenten su próxima ronda de NDC en 2020.
“Sólo podemos evitar el cambio climático que altera el planeta a través del compromiso total de las naciones del G20 con un futuro sin carbono. Hasta ahora no han hecho lo suficiente “, dijo la directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Inger Andersen.
“Pero la buena noticia es que cada nación del G20 tiene a su disposición una serie de acciones apropiadas a nivel nacional para reducir sus emisiones. Combinadas con un fuerte apoyo político y social para la acción climática, nunca ha habido una mejor oportunidad para que los responsables políticos tomen estas medidas”, señaló.
La versión completa del Informe sobre las Brechas de Emisiones 2019, que se publicará a fines de noviembre, contendrá una actualización detallada del desempeño del G20. La edición de 2018 indicó que el G20 necesitaría reducir 2,5 gigatoneladas adicionales de dióxido de carbono equivalente por año para 2030 si quiere cumplir con sus NDC no condicionadas. Para las NDC condicionadas, la cifra es de 3,5 gigatoneladas.
El informe de 2018 reveló que las naciones deben al menos triplicar el nivel de ambición de sus NDC actuales para tener la posibilidad de preservar el aumento de la temperatura global por debajo de 2 °C. Para lograr el objetivo de 1,5 ° C, deben incrementar sus ambiciones cinco veces.
El capítulo anticipado analiza qué está causando este déficit y encuentra que existen graves brechas de acción en todas las áreas con un alto potencial de reducción de emisiones:
- Muy pocos países se han comprometido con objetivos de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero;
- La acción climática sigue siendo limitada en lo que respecta al fin de los subsidios a los combustibles fósiles, introducir sistemas de precios de carbono ambiciosos e integrales y asegurar que los flujos financieros sean consistentes con el Acuerdo de París;
- Los compromisos de los países para descarbonizar completamente los suministros de electricidad cubren menos de 1% de las emisiones mundiales de CO2 derivadas de la generación de electricidad;
- Los países y estados no están estableciendo objetivos ambiciosos para la industria;
- Los compromisos de cero deforestación neta no están respaldados con acciones en el terreno.
El capítulo del informe de 2019 establece que las naciones del G20 pueden cerrar estas brechas y alcanzar los niveles de ambición requeridos aprovechando los avances tecnológicos y económicos para descarbonizar sus economías, maximizando las sinergias entre la acción climática y los objetivos de desarrollo, y sacando provecho de la multiplicación de los compromisos de acción climática de actores no estatales, como ciudades y empresas.
Por ejemplo, la energía renovable es la fuente más barata de nueva generación de energía en la mayor parte del mundo. Los costos de instalación de energía eólica y solar fotovoltaica terrestre en 2019 son 8% y 13% más bajos que lo previsto hace un año por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA). Combinado con la caída de los costos del almacenamiento en baterías, esto abre enormes posibilidades para la energía solar a escala.
Un análisis de la Comisión Global sobre Economía y Clima estima que una acción climática ambiciosa podría generar US$ 26 billones en beneficios económicos entre ahora y 2030, crear 65 millones de empleos en 2030 y evitar 700.000 muertes prematuras por contaminación del aire.
Más de 70 grandes ciudades que albergan a 425 millones de personas se han comprometido con la neutralidad del carbono. A nivel nacional, 12 países han comunicado a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático estrategias de desarrollo a largo plazo para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, y otras más están en desarrollo.
Según el capítulo del informe 2019, estos desarrollos y muchos más han creado el entorno político ideal para acciones apropiadas a nivel de país. Las opciones concretas a considerar por los miembros del G20 incluyen:
- Un cambio hacia el uso masivo del transporte público en grandes áreas metropolitanas en Argentina;
- Un compromiso con la descarbonización total del suministro de energía para 2050 en Brasil;
- Prohibición de todas las nuevas centrales eléctricas de carbón en China;
- Regulaciones que desincentiven la inversión en infraestructura de combustibles fósiles en la Unión Europea;
- Una estrategia de industrialización verde para toda la economía dirigida hacia tecnologías de cero emisiones en India;
- Un aumento de precios del carbono, con prioridad para el sector de energía y construcción, en Japón;
- Estándares para combustibles y vehículos que apunten a cero emisiones de autos nuevos en 2030 en Estados Unidos.