Estará en exhibición todos los días de la semana, incluyendo fines de semanas y festivos, en Providencia #127.
¿En qué consiste la impresión en tres dimensiones y cuál ha sido su recorrido hasta la actualidad? ¿Qué capacidad transformadora tiene esta tecnología en los procesos productivos, en la relación del individuo con los objetos y en la sociedad en general? ¿Qué tipo de objetos impresos podemos encontrar en estos momentos y en qué ámbitos se utilizan? ¿Hasta dónde puede llegar el uso de impresoras 3D?
Estas y otras cuestiones se abordan en “3D. Imprimir el Mundo”, una exposición en torno a la tecnología de impresión tridimensional y su impacto en distintas disciplinas, y que luego de haberse presentado en Madrid, Buenos Aires y Lima, llega a Santiago, para ser exhibida en Espacio Fundación Telefónica.
Si la revolución industrial de finales del siglo XVIII hizo posible la producción en masa de bienes de consumo, cambiando radicalmente la economía y la sociedad, ahora surge una nueva tecnología de fabricación que consigue precisamente lo contrario: la fabricación individualizada. La impresión tridimensional permite crear objetos personalizables según las necesidades y gustos de cada cual. Este nuevo sistema socava las economías de escala, cuestionando la necesidad de fabricar cientos o miles de unidades para abaratar el producto y que finalmente llegue al consumidor. El consumidor se convierte ahora en productor, el prosumer.
Para Angélica Alarcón, gerente de Inversión Social de Movistar, “La impresión 3D llevará la ‘personalización masiva’ a niveles impensados. Las empresas podrán personalizar las cosas para las personas incurrir en grandes costos. De hecho, en el futuro cercano, esta será probablemente la norma, convirtiéndonos a todos en creativos, a todos capaces de personalizar joyas, relojes, ropa, alimentos, cubiertos, etc, antes de comprarlos. Y una muestra de ese futuro se puede ver acá, en “3d. Imprimir el Mundo” a metros de Plaza Italia.”
“3D. Imprimir el Mundo”, estará en exhibición desde el 07 de marzo al 21 de julio en Espacio Fundación Telefónica, Providencia #127 (Metro Baquedano). Abierta de lunes a viernes de 09.00 hrs. hasta las 20.00 hrs. y fines de semana y festivos, de 11.00 hrs. a 20.00 hrs.
La exposición se organiza en cuatro grandes bloques temáticos:
Del bit al átomo
El bit es la unidad básica de información empleada en informática y el átomo es su equivalente en el mundo físico. A medida que la distancia entre ambos se va reduciendo estamos eliminando la frontera entre lo digital y lo físico. La impresión 3D está haciendo real precisamente esto, traducir lo que existe solo en el computador, en materia y viceversa; lo que significa una nueva forma de entender la materialización o la fabricación. En palabras de los expertos Hod Lipson y Melba Kurman: “Si el final del siglo XX fue sobre la información haciéndose digital, el siglo XXI será sobre acercar el mundo virtual y el físico”
Por el espejo retrovisor
La historia de la impresión 3D no es tan reciente como parece. Los primeros experimentos con este modo de fabricación comenzaron a finales de los años 60, aunque no fue hasta mediados de los 80 cuando se empezó a desarrollar la tecnología como la entendemos hoy en día. La primera impresora comercial, la SLA-1 de 3D Systems, fue el comienzo de la fabricación aditiva. En los primeros años se utilizaba solo para prototipos, pero en la última década se está usando para fabricar productos acabados y listos para su utilización. Al mismo tiempo, estamos presenciando la democratización de la tecnología: las impresoras 3D son cada vez más asequibles y están entrando en el ámbito doméstico, lo que significa la descentralización de la fabricación y la (con)fusión entre consumidor y productor.
La huella tridimensional
Al igual que el hombre deja marcas y señales por donde pasa, la tecnología de la impresión en 3D tiene un fuerte impacto en la economía y en nuestra sociedad. Este bloque, dividido en varias secciones (Nuevo juego, nuevas reglas. Aprender haciendo. Hecho a medida. Hacer sostenible. Nuevo medio nuevos lenguajes. Cambios productivos. Comer con impresión), está dedicado a repasar algunas de las “huellas” más relevantes que se han detectado hasta el momento, mostrando algunos ejemplos de aplicación de esta tecnología en varios ámbitos.
Un paso más allá
En el último apartado se plantean, a modo de epílogo, predicciones y expectativas de futuro de la impresión 3D. A destacar lo que el profesor del MIT, Skylar Tibbits, presenta como la impresión 4D, que consiste en programar objetos físicos y materiales biológicos para que cambien de forma, propiedades e incluso calculen fuera de una materia construida de silicona (refiriéndose a los chips). Además de objetos, la muestra se completará con una serie de visualizaciones y audiovisuales, entre los que destacan entrevistas a profesionales de perfiles tan dispares como la bioingeniería, el diseño, la filosofía, la robótica o el movimiento maker. Todo ello para ofrecer al visitante una mirada lo más amplia posible a un fenómeno digital considerado por muchos la próxima revolución industrial.