Por Rubén Belluomo, Gerente Comercial Cono Sur de Infor
En el último siglo, el cruce de ideas ha producido cambios e inventos inesperados en las vidas de las personas.
IBM utilizó tecnología de las redes y computadores militares de los 50s para crear el Sistema computarizado de reservas aéreas, Sabre, que se inauguró en 1964. El sistema de posicionamiento global (GPS) diseñado para las operaciones de inteligencia militares durante la Guerra Fría en los 60s ha evolucionado en una red satelital con docenas de aplicaciones civiles para el mapeado, estudios climáticos, actividades exteriores y mucho más.
Actualmente, los expertos de gestión se refieren a este intercambio en el cual una cosa evoluciona para usarse con otro propósito en un mercado diferente como innovación adyacente. Existe un concepto relacionado denominado innovación transformativa, que crea productos, servicios y mercados totalmente nuevos; la innovación adyacente optimiza los productos o servicios existentes para capitalizarlos en otro mercado.
La transformación digital está impulsando a la innovación adyacente, utilizando la tecnología para resolver nuevos problemas. Uno de los ejemplos modernos más conocidos es Uber, que combinando ubicación geográfica, análisis de datos y pagos digitales crea un nuevo servicio que reinventa el mercado.
Infor considera que la innovación adyacente también aplica a las soluciones específicas que ofrecemos en la nube. La innovación adyacente es una operación continua. En una punta tenemos iniciativas proactivas y explícitas donde se define un problema y lo resolvemos, en la otra punta del espectro la innovación adyacente ocurre. Lo importante es que no es solo suerte. El éxito se debe a desarrollar una nueva cultura y método de trabajo para lograr los resultados. Existe un cambio en los procesos empresariales, en cómo se comunican y cómo se miden.
Es importante que los distintos equipos actúen juntos en forma interdisciplinaria. Los especialistas de los distintos mercados (retail, salud, etc.) junto con los expertos técnicos de distintos sectores (ejemplo, big data) actúan juntos y se complementan.
Una táctica clave que hemos implementado recientemente para impulsar la innovación adyacente es que se hagan demostraciones de los distintos productos internamente. Reuniendo cientos y a veces miles de empleados a la vez, se logra tener una mirada integral de lo que pasa en la empresa; lo que permite compartir ideas y ver posibilidades que de otra manera no se lograría.
Como ejemplo, nuestro personal vio la oportunidad de aplicar las soluciones de retail y plataforma para clientes en otros sectores incluyendo en salud. Los pacientes son efectivamente consumidores de bienes y servicios, aunque no se consideren clientes en el estilo tradicional. Reconociéndolos es que se adaptó la plataforma CRM, que ayuda a las empresas de retail a gestionar y analizar sus interacciones para que sea una plataforma para gestionar las interacciones y relaciones con los pacientes. También se incluyó ciencia de datos de los sistemas de retail para ayudar a las empresas de salud a contar con un mejor inventario (productos médicos) conforme a las necesidades de los pacientes. Esta tecnología se usa actualmente para ayudar a los hospitales a garantizar que cuentan con los insumos adecuados de medicinas, vendajes y otros productos críticos que necesitan los pacientes, en el momento adecuado y en el lugar preciso. Por medio de estas iniciativas, la meta es ayudar al sector de salud más efectivamente a resolver sus complejos retos, para lograr un buen performance financiero y una buena calidad de atención.
De las muchas cosas que hemos aprendido con las iniciativas de innovación adyacente, es la importancia de desarrollar una cultura que impulse el pensamiento de los distintos sectores. Para lograr esto existen tres factores prioridades, las 3Ps:
Para la primera “P” — personas —, hay que considerar cuidadosamente cómo lograr la experiencia y conocimientos óptimos en el equipo. Al examinar a los posibles candidatos, se buscan estos tres atributos: experiencia en el sector, en el producto o en el área de negocios. Adicionalmente, el factor humano: ¿es una persona inteligente, detallista y talentosa que puede adaptarse rápidamente, aprender cosas nuevas e involucrarse en el desafío?
Rara vez una sola persona cuenta con todos estos atributos, por lo que es importante determinar cuál se está dispuesto a sacrificar. En general, lo más importante es que cumplan con las características del factor humano. Si el candidato no tiene algunos de los conocimientos solicitados, con esas características enseguida superará el problema y aprenderá rápidamente.
La segunda “P” — proceso — resulta crítico lograr confiabilidad entre los individuos y en la organización y contar con procesos alineados. Para lograr el éxito se debe lograr credibilidad entre los grupos para alcanzar la productividad general de todos los procesos.
El tercer ingrediente — productos — significa contar con metas claras y tangibles. Ya sea un producto, una presentación, una demo o un evento, el producto es el punto cúlmine de todos para lograr algo significativo.
Por medio de estas iniciativas notamos que la proximidad física no en necesaria para la innovación adyacente. La tecnología permite trascender el tiempo y el espacio, logrando que equipos de 20 personas, de 15 países diferentes, creen relaciones y logren mayores cosas. La química remota es realmente genuina: lograr intimidad y confianza trabajando en distintas geografías y culturas en la dinámica más poderosa para lograr innovación adyacente.
Cuando ese tipo de magia ocurre las empresas globales pueden competir más efectivamente en un mundo que requiere grandes cambios en un ritmo sin precedentes.