Por Kamila Dubó, Gerente Mercado Business WOM
Éste es un gran momento para el emprendimiento nacional. Hace solo algunos meses, la última edición del Reporte Mundial de Emprendimiento “Global Entrepreneurship Monitor, GEM” posicionó a nuestro país en el tercer lugar entre las naciones con mayor actividad emprendedora en etapas iniciales, mientras que según el Índice de Emprendimiento Dinámico (IDE), elaborado por el think tank Prodem, Chile es la nación que cuenta con el mejor ecosistema para emprender en Latinoamérica.
Este tipo de noticias son fruto del trabajo y la perseverancia de miles de hombres y mujeres que han luchado para lograr llevar sus ideas a la acción, sorteando -incluso- más barreras de las que debiesen.
Sin embargo, muchas veces escuchamos que los emprendedores se encuentran con grandes trabas desde el sistema tributario, desde la burocracia, desde los aspectos legales, pero con la misma frecuencia escuchamos que son ellos mismos que no logran abrir cuentas corriente en el banco o que no cumplen con los requisitos para contratar servicios básicos para sus negocios.
Es muy cierto: falta una mayor voluntad desde las autoridades para generar climas y políticas públicas que emparejen la cancha y favorezcan el emprendimiento. También hace falta que todos nos comprometamos con el desarrollo de innovaciones y emprendimientos que aporten a la sociedad y mejoren las condiciones económicas del país.