El seminario tuvo lugar el viernes 10 de mayo en la UAI y fue un espacio para reflexionar sobre la necesidad de profesionalizar los gobiernos corporativos de un sector que cada vez tiene más peso en el desarrollo de la sociedad y también de las políticas públicas: las fundaciones y corporaciones sin fines de lucro.
Así fue como se presentó la primera herramienta con base académica, desarrollada en Chile, que busca fortalecer los gobiernos corporativos de entidades sin fines de lucro. La guía cuenta con la colaboración de la Asociación de Empresas Familiares y Fundación Viento Sur, y la participación de más de 50 fundaciones y corporaciones del país.
Se presentaron las principales propuestas metodológicas de la Guía y se analizaron desde la perspectiva pública, privada y del sector, reflexionando sobre la necesidad de profesionalizar la dirección de fundaciones y corporaciones. La instancia fue moderada por Magdalena Aninat, directora del Centro de Filantropía de la Universidad Adolfo Ibáñez (CEFIS UAI) y contó con la participación de la subsecretaria de Evaluación Social del Ministerio de Desarrollo Social, Alejandro Ferreiro, abogado y director de empresas, Juan José Cueto, director de Fundación Colunga, y Marcelo Sánchez, gerente general de la Fundación San Carlos de Maipo.
“Las Organizaciones filantrópicas somos capaces de innovar y atender necesidades que la oferta pública no logra cubrir, así es como podemos apoyar a que el Estado mejore sus capacidades y su oferta de manera oportuna y de calidad, somos capaces de enfrentar desafíos sociales emergentes, arriesgarnos a buscar y generar evidencia para la diseminación a gran escala. Es importante, transmitir sin descanso el sentido ético de nuestro actuar para impactar de mejor y mayor forma en los ámbitos de nuestra misión”, indicó Marcelo Sánchez A, Gerente de Fundación San Carlos de Maipo.
La normativa actual que regula las responsabilidades y restricciones del órgano de gobierno en las Fundaciones y Corporaciones, hace referencia a un número mínimo de tres integrantes, dejando algunos vacíos importantes para los parámetros de la sociedad actual, como por ejemplo la duración máxima de los cargos o los conflictos de interés, la paridad de género, entre otros. Según el Diagnóstico de los Gobiernos Corporativos de Fundaciones y Corporaciones elaborado por el CEFIS para la Guía, pese a la obligación legal de contar con un directorio, solo el 88% de las organizaciones sociales tienen un máximo órgano de dirección activo. Asimismo, el 16% de las entidades no cuenta con mujeres en el directorio, y casi el 50% de los directores ocupa el cargo de manera indefinida.
“En esta Guía proponemos un modelo moderno y claro, con la meta de empoderar a las organizaciones filantrópicas para que aumenten su impacto social. El modelo de gobernanza efectiva, con sus ejes y recomendaciones, va más allá de los códigos de buenas prácticas que una organización tiene que cumplir, y propone principios a seguir y sobre los cuales se debe avanzar para mejorar el desempeño organizacional y su relevancia social”, explica Steffen Bethmann, investigador asociado del CEFIS y autor principal de la publicación.
La Guía enfatiza el rol fundamental que cumple el directorio en tres aspectos: fiduciario, estratégico y en la sostenibilidad de la organización para asegurar su existencia en el largo plazo. Para ello, propone cuatro ejes para articular una gobernanza efectiva: fortalecer la misión como eje en la toma de decisiones, contar con una composición adecuada y diversa en el directorio, fortalecer un buen funcionamiento logrando una buena articulación con la dirección ejecutiva, e incorporar desde los gobiernos corporativos la tarea de reportabilidad y transparencia, que permiten construir la legitimidad de las organizaciones. A partir de estos ejes, la Guía entrega una serie de recomendaciones diferenciadas según los distintos tipos de entidades, distinguiendo entre fundaciones Familiares, Empresariales, Independientes y Organizaciones Sociales, de manera que pueden ser adaptadas a la idiosincrasia de cada entidad y adoptadas de acuerdo a la etapa en el ciclo de vida en que se encuentre cada organización.
La Guía de Gobernanza Efectiva para Fundaciones y Corporaciones fue elaborada por el equipo de Investigación del CEFIS UAI, bajo la dirección y edición de Magdalena Aninat, la investigación de Steffen Bethmann PhD, investigador asociado del CEFIS UAI, y Constanza Meneses, encargada de contenidos del CEFIS UAI.
Guía para la Gobernanza Efectiva de Fundaciones y Corporaciones en Chile
En base a las tareas propias de la gobernanza, su rol fiduciario, estratégico y de sostenibilidad, la Guía identifica cuatro ejes determinantes de una gobernanza efectiva relacionados con la claridad del propósito, la composición adecuada, el funcionamiento eficiente y la legitimidad y relación con el entorno.
La claridad en el propósito es la condición previa. En general existe una declaración de misión, pero la toma de decisiones y la operación de la organización no tiene claridad efectiva del propósito final que define la razón de existir de la organización. El propósito sirve para orientar no sólo la creación de programas, sino también en la construcción del sistema de gobernanza. Un sistema de gobernanza efectivo está alineado con la misión de la organización.
Como el directorio (o en el caso de las corporaciones, la asamblea) es el órgano más importante y legalmente responsable de una organización, el segundo eje de una gobernanza efectiva es encontrar una composición adecuada de personas que lo conformen. El número y perfil de miembros, incorporando diversidad de género y profesiones, así como contar con procesos de sucesión y de compromiso de los integrantes, influye profundamente en el desempeño organizacional.
El tercer eje es un funcionamiento eficiente en la implementación de las tareas del directorio y una adecuada división de las tareas con la dirección ejecutiva. Si las tareas básicas del directorio están basadas en estructuras y procesos claros, los directores se pueden concentrar en los asuntos estratégicos. Para lograr un sistema efectivo se necesita un entendimiento común de los diferentes roles que cumple el directorio y la gerencia y en este proceso tiene mucho sentido delegar ciertas tareas de gobernanza a la dirección ejecutiva, lo que se logra al desarrollar un modelo de frenos y contrapesos (checks and balances). En este ámbito, la dirección ejecutiva debe jugar un rol clave en el desarrollo de un sistema de gobernanza efectiva.
El último eje es la legitimidad y la relación de la organización con el entorno. Toda entidad filantrópica tiene que asegurar que su gobernanza y sus actividades sean percibidas como legítimas. Ninguna organización puede alcanzar sus objetivos sin apoyo público. Para lograrlo, es necesario implementar desde la gobernanza altos estándares de ética y transparencia. Además, necesita ser capaz de mostrar que sus actividades tienen el impacto deseable y rendir cuentas sobre las mismas.