En países donde las precipitaciones abundan, como Singapur, Inglaterra y Alemania, la recolección y reutilización de aguas lluvias es una práctica que ha obtenido resultados exitosos.
Se trata de un innovador método, basado en la utilización de tanques que permiten almacenar precipitaciones y que llegó a Chile en el mejor momento: el advenimiento del fenómeno El Niño.
Con la confirmación de este fenómeno por parte de la Agencia Oceanográfica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA), la recolección y reciclaje de las precipitaciones que afectarán entre las regiones de Valparaíso y del Maule pareciera ser una alternativa viable y urgente. “Debemos entender que el reciclaje de agua es una necesidad para un bien tan escaso. Esta acción nos ayudará a construir ciudades verdes y estilos de vida sustentables”, afirma Humberto Urriola CEO de Atlantis Corporation Australia, empresa dedicada a tanques de recolección de lluvia.
Estos sistemas de recolección de aguas pluviales consisten en depósitos para reciclado que permiten la infiltración, detención y reciclado de la lluvia, para luego disponer de ellas para riego en épocas de sequía o baja pluviometría. “Además, son efectivos en la producción de suministro de agua potable regular en aplicaciones tanto domésticas como comerciales”, explica Urriola.
Y no sólo el agua puede ser captada directamente sino que también existen sistemas para enviar desde azoteas o pavimentos permeables hasta el tanque. “La capa impermeabilizante instalada garantiza su hermetismo o estanqueidad, mientras que el agua retenida es vertida a la red de saneamiento sin producir un aumento brusco del caudal ni de contaminantes, mejorando su gestión”, comenta el CEO de Atlantis (atlantisaurorambiental.cl).
Estos tanques modulares están fabricados de polipropileno reciclado altamente resistente, constituidos por cuatro paneles interiores, con clavijas incorporadas y cuatro placas grandes con agujeros, configurándose en forma de prismas cúbicos cada uno de ellos. “Al tener una forma de caja, se ensamblan unas a otras, instalándose consecutivamente, tantas como cada obra de ingeniería considere necesarias”, señala Urriola.
“Aunque el fenómeno El Niño pareciera detener de cierto modo la sequía, no se puede saber a ciencia cierta cuáles serán las condiciones climáticas de los próximos años. Cuidar el uso de agua es algo imperativo y si además podemos comenzar a gestionar las aguas pluviales, contribuimos a una mejora medioambiental muy grande”, concluye el CEO de Atlantis.