La compañía de cosméticos brasileña busca compensar sus emisiones, a través de la compra de bonos de car de protegiendo este importante patrimonio natural. Se trata de la primera acción de este tipo que la empresa ejecuta fuera de la Amazonía.
Es el bosque lluvioso templado más austral del mundo. La Selva Valdiviana es un refugio de biodiversidad de fauna y flora únicas, como las milenarias araucarias y alerces, lo que lo convierte en un patrimonio natural a nivel internacional.
Sin embargo, diversos investigadores han advertido que el cambio climático y la falta de precipitaciones podría frenar el crecimiento de este importante pulmón verde de la región de Los Ríos, disminuyendo en hasta un 80% el desarrollo de algunas especies.
Para contribuir a su conservación y en el marco del Día Internacional de los Bosques, la empresa de cosmética Natura apostó por la compra de 31.000 créditos de carbono de la Reserva Costera Valdiviana, área protegida administrada por The Nature Conservancy (TNC), la organización de conservación más grande del mundo.
De esta manera, la compañía compensa sus emisiones, al mismo tiempo que contribuye al financiamiento y desarrollo de este importante proyecto, que involucra la protección de 50 mil hectáreas de bosques nativos y la reforestación de 2,5 millones de árboles nativos entre otras iniciativas y uno de los 34 hotspots de biodiversidad a nivel global.
“Nuestro compromiso para el año 2020, es reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 33% para toda nuestra cadena de valor, a través de acciones e innovaciones como la utilización de 100% de plástico reciclado post-consumo del tipo PET (Polietileno Tereftalato) en nuestros envases de la línea Ekos, iniciativas de ecodiseño, repuestos inteligentes, alcohol orgánico, materias primas de origen renovable e ingredientes vegetales, entre otros”, aseguró Lucía Martínez, gerente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Natura.
¿Qué se conserva?
Las ganancias que se logran de esta compra de bonos de carbono están dirigidas a apoyar el trabajo de conservación por parte de TNC. Este contempla, entre otras
acciones, la protección y cuidado de alerces, pudúes, zorros de Darwin y los ecosistemas presentes en la zona, cuyas amenazas más relevantes son los incendios y el uso público no regulado.
Las comunidades no están ajenas a este plan, pues también están considerados a través del desarrollo de servicios locales, la convivencia con otras actividades -como la pesquería y la ganadería- y el apoyo a actividades científicas y de investigación.
Es importante destacar que todos estos esfuerzos toman como base la importancia que tienen los bosques en el combate del cambio climático, ya que son capturadores naturales de CO2. De hecho, la selva valdiviana es capaz de almacenar más de 800 toneladas de carbono por hectárea, uno de los más grandes montos del planeta.
