Chile es un ejemplo a nivel mundial por la incorporación de generación eléctrica renovable no tradicional y por la disminución porcentual de las centrales térmicas.
Para crecer sosteniblemente, se debe procurar no aumentar proporcionalmente los consumos energéticos en edificación, tanto en etapas de ejecución como de operación.
El Ministerio de Energía definió una agenda cuyos propósitos guardan relación con el fomento al uso eficiente de la energía como recurso y así, lograr un ahorro del 20% al año 2025, teniendo en cuenta el crecimiento proyectado en el consumo de este insumo para entonces en Chile. Para cumplir este objetivo, se están implementando algunas iniciativas, campañas y programas, tales como la futura Ley de Eficiencia Energética.
Dicha normativa, busca promover el uso racional y eficiente de los recursos de este ámbito, siguiendo la línea de los países desarrollados. La misma titular de la cartera, Susana Jiménez, ha señalado que este tema “está en las discusiones internacionales y Chile tiene una deuda en esa materia porque hay un rezago en incorporar esta política dentro de nuestra legislación y contribuir a una cultura de buen uso de la energía”.
En este importante desafío y con la sola implementación de la ley, “se apunta a reducir en un 3% el consumo energético al 2025, cifra que podría incrementarse hasta un 7% en miras al año 2035”, desglosa Ricardo Fernández, Gerente Técnico y Desarrollo Sostenible de Volcán, entidad de soluciones constructivas sostenibles, quien afirma que, por otra parte, “la normativa incentiva a que los grandes consumidores tengan un programa de eficiencia energética y de ser posible, se cuente con un Sistema de Gestión de Energía”.
El ejecutivo ejemplifica que se pueden implementar dichos sistemas, pues “hoy Chile es un modelo a nivel mundial por la incorporación, en los últimos años, de generación eléctrica renovable no tradicional y por la disminución porcentual de las centrales térmicas”. Así, “el foco estaría en que logremos crecer sosteniblemente, sin aumentar proporcionalmente los consumos energéticos”, enfatiza.
Consumo en edificación
En este contexto, la edificación ocupa un porcentaje no menor en el consumo, considerando la ejecución de los edificios, porcentaje que se vuelve aún más relevante por la operación de éstos en el largo plazo.
Por lo anterior, “una de las formas de contribuir a un consumo energético responsable y eficiente en este rubro es acondicionar las edificaciones térmicamente, tanto para el verano como para el invierno, donde los aislantes térmicos juegan un rol fundamental”, asegura el profesional, agregando que “se deben contemplar el acondicionamiento de techumbres y muros perimetrales, incluyendo adecuadas barreras de humedad”. Esto, “para que disminuyan las infiltraciones de agua y el aire dentro de las soluciones constructivas”, argumenta.
Finalmente, precisa que para que todas estas políticas en pos de la sustentabilidad funcionen, “no sólo resulta fundamental contar con la asesoría de especialistas que diseñen soluciones constructivas, innovadoras y sustentables, sino también que se potencien programas desde distintos sectores”. Por ejemplo, “el Ministerio de Vivienda y Urbanismo relanzó el programa de Calificación Energética de Viviendas, cuyos principales indicadores tienen que ver con el porcentaje de ahorro, el nivel de eficiencia y el requerimiento energético; además, se ha reforzado el programa de Certificación Edificio Sustentable (CES), que pretende incentivar el diseño y construcción de edificios con criterios de sustentabilidad y estimular al mercado chileno para que valoren estas edificaciones”, detalla.
