Considerando que el sector de alimentos representa alrededor del 25% del total de exportaciones, la falta de agua está perjudicando profundamente en la economía del país, así como también en la posibilidad de convertirse en una potencia alimentaria.
El desafío de duplicar los actuales 16 mil millones de dólares de exportación de alimentos en los próximos 10 años, la llegada de productos chilenos a mercados altamente exigentes debido importantes tratados de libre comercio y que el 25% de las exportaciones estén a manos del sector de alimentos, no hacen más que presentar un auspicioso escenario en donde nuestro país va en camino a convertirse en una potencia alimentaria.
Sin embargo, el desafío anterior se ve obstaculizado por el cambio climático. La presencia de La Niña durante el 2018, afectó con fuerza al sector agroindustrial, siendo la escasez hídrica, el impacto de fenómenos climáticos, la falta de gestión de los recursos y la falta de infraestructura que asegure la disponibilidad de este vital elemento, los principales actores que están perjudicando.
Debido a la sequía, las pérdidas que afecta a este rubro son altísimas, así como también por culpa de las heladas y las fuertes lluvias, haciendo que el comportamiento climático pase a ser una variable crítica para la transformación de Chile en una potencia alimentaria. La falta de agua y las altas temperaturas han generado importantes efectos negativos en distintas zonas del país, donde la producción agrícola es clave, representando significativas pérdidas al sector.
“Nos encontramos enfrentados a un problema, del cual solo podemos gestionar una pequeña parte. La otra definitivamente debe ser atendida por políticas e inversiones de mediano o largo plazo, y esa es la gran tarea: lograr captar algo del 85% del agua de la zona central y sur que baja desde la cordillera al mar”, afirma Carlos González, socio de Xmartic, empresa creadora de una herramienta tecnológica que optimiza la agricultura.
Tecnologías aplicadas a la agroindustria
Hoy en día las agrotech, término que usa para referirse a la tecnología aplicada a la agroindustria, se han convertido en un gran aliado para implementar mejoras en este industria, y en el caso chileno, ayuda enormemente en esta cruzada para convertirse en una potencia alimentaria.
Se detecta un creciente desarrollo tecnológico, en el que las empresas se están dedicando a implementar soluciones que permiten automatizar labores para dedicar mayor tiempo a ser más productivos, así como también, ayudan a mejorar la gestión al disponer de información que antes no se tenía.
Una de las empresas que está innovando en materia agrotech es Xmartic, la cual provee de soluciones como la implementación de sistemas de monitoreo, que incluyen sensores para medir variables de suelos, variables atmosféricas, control de invernaderos, sistemas de control de caudales, entre otros. “Buscamos apoyar desde la etapa de producción hasta que la fruta está en condiciones de ser exportada o disponible para el mercado local, manteniendo así el crecimiento de su capacidad productora y exportadora”, explica González.
Por ejemplo, un riego tecnificado y gestionado con un sistema de monitoreo de Xmartic, permiten regar un predio ahorrando hasta un 40% del agua que se requeriría usando el sistema tradicional. “Saber cuándo y cuánto regar también son parte de las variables que permitirán a los agricultores optimizar el uso del escaso recurso y mejorar la calidad de su producción”, comenta el socio de Xmartic (xmartic.com).
Ya existe una clara tendencia de adopción de tecnologías para mejorar la producción y, por tanto, “pensar en una agricultura del futuro o una agricultura inteligente que apoyen el desafío de convertir a Chile en una potencia agroalimentaria y que ayuden a que el rubro siga adelante de manera sustentable, no se ve tan descabellado”, concluye González.