ÜÑÜ (murta en mapudungun) es un proyecto de innovación social que da valor al trabajo de una serie de artesanos de Chiloé a través de un modelo de negocios virtuoso, en el que todos los involucrados se benefician, respetando y conservando las técnicas tradicionales, pero agregándoles innovación en su elaboración.
En los procesos de ÜÑÜ no se usan químicos, no hay maltrato animal y la huella de carbono es reducida. Todo esto en una economía propia y circular, como lo exigen los nuevos tiempos.
El fundador y socio soñador de ÜÑÜ es Javier García, ganador del Premio Nacional de Medio Ambiente Recyclápolis 2018, en la categoría Cultura Sustentable, precisamente por este proyecto que comenzó en 2017 y que hoy se expande y crece, en todo sentido. Según explica “Entre nuestros objetivos está crear fuentes de trabajo conservando los oficios, así como transformarnos en un actor importante en la recuperación y mantención de los ecosistemas de la isla, específicamente en reforestación y cuidado de los océanos. Mi visión es dejar una huella social en cada cosa que hace ÜÑÜ”.
El modelo de este emprendimiento consiste en el desarrollo de artesanías realizadas por trabajadores de Chiloé, con insumos locales, comercializados en un local de Santiago y online. De sus manos surgen sillas, lámparas y canastos, entre otros objetos utilitarios, que son hechos con madera nativa. También se usan metales oxidados, trampas de centolla y botellas PET, todos elementos de desecho presentes en el paisaje de la isla.
Una parte de las ganancias se destina a mejorar los talleres de los artesanos y otra a reforestar los bosques de los que se abastecen, actividad que se hace a través de la Fundación Núcleo Nativo que, a su vez, se basa en tres frentes de acción: medioambiente, emprendimiento y educación.
Otra actividad asociada a ÜÑÜ es la campaña de Navidad, que consiste en la venta de árboles de madera (“Queremos eliminar los de plástico en el imaginario de los niños”, dice Javier). Con parte de esas utilidades, se mandan a hacer juguetes de madera que se regalan a niños de dos escuelas de Chiloé. Así, como en todas las acciones de ÜÑÜ, existe un triple impacto final: sociocultural, rescatando el patrimonio; económico, generando empleo y mejorando la calidad de vida de las personas que trabajan en torno a los proyectos; y medioambiental, a través de la reforestación y educación.
