Automatic Loading Protection System (ALP) es la innovación que Recimat, planta recicladora de baterías de vehículos, ubicada en Calama, quiere compartir con las demás empresas del rubro tanto en Chile como en el extranjero.
En Recimat se construyó un modelo de correas transportadoras que automatiza el procesamiento de dicho residuo, sin que ningún operario deba estar en contacto directo con éste. El sistema, que acaba de ser patentado, protege aún más la salud de los trabajadores de los efectos del plomo.
Por medio del ALP se logra automatizar las etapas sanitariamente críticas del reciclaje de este producto, evitando así que los operarios deban cargarlo en forma manual. El sistema entra en acción una vez que sus componentes son separados en un triturador. En esa etapa –cuando el plomo ya no se encuentra “confinado” en la caja de la batería– es cuando existe la probabilidad de contaminación, por lo que el nuevo método de carga mecanizada mezcla los elementos para luego transportarlos directamente al proceso siguiente, en el horno de fundición (tratamiento pirometalúrgico).
No solo se evita la exposición humana a este desecho tóxico, sino que también la del entorno. “Si bien lo principal es la minimización del contacto del trabajador al plomo, también disminuye lo que se transmite al ambiente circundante, ya que las partículas son capturadas desde que son separadas en el proceso de trituración”, explica el gerente comercial de Recimat, Antonio Carracedo Diez.
Cabe destacar que en los países vecinos, así como en otros lugares, el reciclaje de baterías lo siguen realizando operarios en forma manual. En ese contexto, Recimat busca exportar su tecnología para que otras naciones puedan procesar este residuo considerado peligroso de manera mucho más segura.
Asimismo, el recién patentado proceso ALP logra hacer más eficiente el reciclaje de las baterías fuera de uso, asunto relevante a nivel nacional, considerando que en forma mensual se desechan aproximadamente 2.400 toneladas, equivalentes a unas 175.000 unidades. Un 75% de éstas son procesadas por Recimat, obteniéndose plomo metálico en lingotes para exportación, aleaciones para productos especiales de uso en la minería nacional e internacional, así como materia prima para la industria del plástico. En ese proceso es particularmente importante la neutralización del ácido sulfúrico contenido por estos dispositivos –por su peligrosidad y potencial uso como precursor en la elaboración de drogas duras– ciclo a partir del cual se obtiene yeso y agua industrial que se reutiliza.