Urbanismo social festejó sus 11 años anunciando el cambio de fundación a corporación. A la celebración asistieron dirigentes sociales, empresas, fundaciones, sociedad civil, servicio público y el gobierno local que han sido actores importantes en el desarrollo de los proyectos de la fundación.
EHace unos días se celebró el 11 aniversario de la Fundación Urbanismo Social. La instancia convocó alrededor de 140 personas que han sido importantes en el desarrollo de los diversos proyectos que ha realizado la organización.
“Esta fundación tiene como fin la felicidad de las personas y la cohesión social de la ciudad, y para nosotros cada uno de los proyectos que hacemos con ustedes es un medio para lograrlo. Que hoy día estemos sentados dirigentes sociales, empresas, fundaciones, personas, servicio público y el gobierno local es nuestra forma de hacer cohesión social, es nuestro medio y es donde vamos a seguir trabajando de aquí en adelante”, expresa Pilar Goycoolea, directora de la fundación.
Si bien, Urbanismo Social comenzó como una organización enfocada en construir viviendas sociales de calidad, hoy el escenario es distinto. Así lo comentó Rodrigo Hernández, director regional, tras anunciar el cambio de fundación a corporación, explicando el cambio, debido a la integración de visiones colectivas y dinámicas que pueden ser modificadas con el tiempo.
“Nos hemos transformado mucho más en la práctica en una corporación más que una fundación, porque los fundadores están, pero la visión que se plasma en la pega que hacemos es de todos nosotros, en la práctica todos vamos cambiando, todos vamos incidiendo en las decisiones, integrando a todos”, dice Rodrigo.
La organización aún se preocupa por disminuir la brecha de desigualdad urbana en las ciudades, sin embargo, su principal objetivo es buscar la felicidad de las personas y la cohesión social en la ciudad, mediante la elaboración de proyectos urbanos de calidad y el involucramiento de todos los actores del territorio.
Malena Simonetti, fundadora de la Fundación Urbanismo Social indica que ha sido una transformación inesperada y mágica, debido a que la fundación sigue poniendo en el centro a las personas, para así, construir ciudades mucho más felices.
“Las ciudades, los territorios deben construirse desde una visión de justicia, una visión de inclusión, y con un gran propósito de generar cohesión social, que es lo que está hoy en día urbanismo social”, dice Malena.
Asimismo, la fundación se caracteriza por tener una visión de trabajo colaborativa y participativa, enfocada en el desarrollo integral de las personas, y de crear comunidades en los sectores.
Cristián Fernández, arquitecto colaborador de la fundación, explica que ha sido una experiencia enriquecedora, debido al involucramiento con los barrios.
“Es la mejor experiencia que he tenido de trabajo con comunidades, es donde realmente se puede llegar a la esencia de lo que la comunidad quiere, y nosotros los arquitectos estamos para eso”, dice Cristián.
Del mismo modo, Patricia Campos, dirigenta social y parte del Grupo Motor del proyecto Cerro Chena coincide con la visión del arquitecto, y comenta que la fundación a la hora de realizar un proyecto reúne a todos los actores involucrados.
“A veces los municipios te van dejando afuera, sin embargo, la fundación participó con toda la gente. Muy preocupados de lo que las personas piensan, de lo que quieren hacer y de crear conciencia en los barrios”.
Del mundo empresarial, Hernán Besomi explica que la fundación les ha enseñado una manera distinta de hacer las cosas y de relacionarse con las personas.
“Nos ayuda a nosotros como empresarios de poder involucrarnos con las comunidades donde nos insertamos. Pensando siempre que nos quedamos en el lugar y que queremos ser parte del cambio, para que la sociedad, la ciudad sea mejor”.
Asimismo, Sergio Giacaman, de la empresa Essbio y colaborador del proyecto de la fundación Mi Barrio Sustentable, explica: “Hemos tenido la posibilidad de aprender, de acercarnos a nuestras comunidades y a construir confianza con ellos, pensando en una relación de largo plazo. Descubrimos que el foco siempre son las personas y no nuestra infraestructura”.
Por otro lado, Urbanismo Social ha trabajado con diversas municipalidades para la creación y recuperación de lugares de encuentro, un ejemplo de esto es el proyecto Parque Cerros de Renca, que promete convertirlo en un nuevo parque metropolitano.
“El trabajo que hacen con el equipo sociólogo en el territorio es súper relevante para poder reunir voluntades entre entidades públicas, el mundo empresarial y la comunidad. El gran valor es ponerle nombre a caras desconocidas y poder retroalimentarse de las ideas de la comunidad, de los sueños que tienen ellos”, dice Etienne Lefranc director ejecutivo de Parque Cerros de Renca de la Municipalidad de Renca.
Por otro lado, tanto Claudio Orrego, ex intendente de la Región Metropolitana como Mauricio Tamayo, alcalde de Cerro Navia, comentan que la fundación posee una forma distinta de involucrarse con las comunidades, el servicio público y el gobierno local.
“Han inaugurado una manera distinta de construir el desarrollo desde abajo hacia arriba, con mucha participación, construyendo comunidad y un tipo de desarrollo inclusivo, donde los actores públicos, privados y las comunidades aprendamos a trabajar juntos para hacer un Chile mejor”, comenta Claudio Orrego.
“Se enfocan sobre todo en disminuir la brecha de equidad tremenda de quienes tienen más y quienes tienen menos”, dice Mauricio Tamayo.
Durante los meses de enero y febrero la fundación comenzará los trámites para el cambio de entidad, esperando que el mes de marzo Urbanismo Social comience su nueva etapa como corporación.
Algunos de los proyectos más emblemáticos de la fundación son: Parque Estero Quilque, Núcleo Ochagavía, Mi Barrio Sustentable, Museo Cielo Abierto PoblaciónArte Carrascal, Parque Cerros de Renca, entre otros.