Por Valentina Bastías Atias
La ley de tenencia responsable de mascotas, promulgada en 2017, estableció nuevos compromisos a los dueños de animales de compañía, además de decretar penas y multas en contra de quienes infrinjan los derechos de los llamados compañeros de vida.
Las organizaciones animalistas han levantado los brazos para celebrar la normativa, sin embargo, hoy se esfuerzan para captar voluntarios que apoyen su labor y piden mayor conciencia entre los ciudadanos, a quienes llaman a adoptar “de manera responsable”.
“Nosotros promovemos el respeto por la vida de otro ser, les damos amor, pero es importante impulsar la adopción de mascotas para que este círculo virtuoso funcione”, dice Rosemary Geoffrey, voluntaria del Centro de Rescate Canino de la Municipalidad de Ñuñoa.
El recinto de Rescate Canino fundado hace ocho años recibe en un galpón habilitado en Vicuña Mackenna a decenas de perros maltratados y abandonados por sus dueños, tras seguir la pista a las denuncias que realizan los mismos vecinos de la comuna.
“Es muy fuerte, hay perritos rescatados del maltrato, del abuso sexual, de la calle. Son muchos los casos de abandono que nos llegan, de familias que se cambian de casa, se van de viaje. Incluso hay quienes amarran a sus perros a la puerta del centro o vienen a dejar camadas completas de cachorros”, explica Geoffrey.
Asegura que “hay mucha gente maravillosa y muy consciente, como es el caso de las nuevas generaciones, pero hay también mucha gente mala”, capaz de “deshacerse de perros ancianos y enfermos”.
La organización de Rescate Canino depende en lo administrativo de la municipalidad, y cuenta con un equipo de voluntarios que se ocupa de “devolver a los perros la confianza en el ser humano. Los apoyamos para que vuelvan a creer”.
“Si vieras cuántos perros se dejan morir después del abandono. Al igual que una persona entran en una depresión, es muy triste. No quieren comer, no quieren jugar, no responden a las caricias”, relata Rosemary.
En este centro, nacido un 4 de octubre, fecha que conmemora a San Francisco de Asís, el personal público se encarga del rescate y los voluntarios del cuidado y cariño. “Los sacamos a pasear al parque, en el verano les ponemos piscinas con agua y otra con botellas plásticas”.
Recalcan que la “entretención mental” puede salvar a los perros de un bajón emocional, así como también la preocupación y una vida “digna”.
En Ñuñoa, cada perro salvado es vacunado, desparasitado, protegido y tratado para entrar al proceso de adopción, con el fin de que encuentre “un nuevo hogar y una nueva familia”.
Rosemary considera que esta etapa final es la más importante del proceso, por lo que incentivan la adopción a través de sus redes sociales y diversas campañas de educación y concientización dirigidas a la ciudadanía.
Es fundamental “que la gente no se deje llevar por el entusiasmo de tener una mascota, ya que tienen necesidades, requieren espacio, demandan amor y merecen calidad de vida”.
“Una mascota no es una cosa que puedes desechar mañana. Es un compañero para toda la vida y un miembro más de la familia”, aclara.
Un amplio número de organizaciones animalistas coinciden en “la falta de empatía brutal” por parte de los dueños, debido a que “no se ponen en el lugar del otro y no ven que su mascota es un ser vivo, que ama, que sufre, que piensa y siente”, alega Rosemary.
Otro factor, añade, es la falta de educación y cultura en torno a la tenencia responsable de mascotas, “que se da en todos los sectores; ven al animal como un adorno, una entretención o una cosa bonita”.
Punto aparte es el millonario negocio detrás de la venta de animales domésticos de raza, forzados a reproducirse constantemente para luego vender cada cachorro en millones de pesos.
“Incentivamos a no comprar animales, porque no se negocia con una vida, es como vender a tus propios hijos. Si consideraran a los perros como una vida, no serían capaz de hacerles daños”, apunta Geoffrey.
En el Centro Canino de Ñuñoa, dirigido por el veterinario Cristián Agurto, esterilizan de manera gratuita a los perros de la comuna, los vacunan y les insertan un microchip con los datos de contacto del dueño.
En su página web señalan que no existe un requisito especial para ser voluntario del Centro de Rescate Canino, más allá de la firma de un acta de inscripción, que compromete a cada persona a cumplir labores e instrucciones de seguridad y cuidado de los animales.
Mi ijo querés ser voluntario pero tiene 12 años pude ser voluntario
Donde dejo una denuncia de un perro que anda suelto con sus dueños sin correa y ataca a otros perros que si andan con correa se la hablado con el vecino pero no entiende