La travesía contó con el apoyo de tres voluntarios del emprendimiento nacional Wheel The World y la colaboración del equipo de Reserva Cerro Paine.
No existen grandes barreras ni limitaciones físicas cuando se trata de hacer realidad los sueños. Esa es la importante lección que dejó el paso del atleta paralímpico australiano Chris Alp por el Parque Nacional Torres del Paine en la Región de Magallanes.
Quedó parapléjico a los doce años, producto de un accidente aéreo que le quebró la espalda y lo dejó en silla de ruedas. Pero lejos de su discapacidad física, él ha competido en cuatro eventos atléticos (doble medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de 1980), además de practicar básquetbol y bicicleta de manos. De esta forma, su trekking por los asombrosos parajes de la octava maravilla del mundo era otra experiencia alucinante que anhelaba realizar.
Chris relata que había hecho planes para venir a conocer la Patagonia a finales de diciembre, tenía sus pasajes comprados para él y su esposa Aileen Alp. La idea original era que ella hiciera el circuito W y él la esperara a su regreso, pero le contó a un amigo que iban a viajar a Torres del Paine, y él a su vez, les comentó sobre Wheel The World, emprendimiento nacional que busca desarrollar experiencias inclusivas en lugares turísticos del mundo (Torres del Paine, Isla de Pascua, San Pedro de Atacama, Machu Picchu, Oaxaca, entre otros) para personas con y sin discapacidad.
“Cuando le comentamos a un amigo que vendríamos, él nos dijo que había visto una imagen en Internet acerca de una experiencia con Wheel The World, que incluía un equipo especial de una rueda para poder recorrer los senderos con el apoyo de un guía por el frente y otro detrás de él. Me pregunté si acaso eso sería posible, especialmente por mi edad. Así que contacté a Camilo (Navarro), el dueño de la empresa y le pregunté si era posible, y él me dijo, “sí, ¡todo es posible!”. Incluso siendo muy cerca de la fecha, él coordinó todo para que fuera posible acompañar a mi esposa en los días de trekking que había planificado y fue increíble”, comentó.
Precisamente, Chris fue transportado en una Joëlette clásica monorueda, una silla todo terreno con una sola rueda que permite a cualquier persona con movilidad reducida o con discapacidad practicar el senderismo en cualquier tipo de terreno, incluso en los más pedregosos.
Esto a su vez lo pudo lograr con la ayuda de tres voluntarios chilenos de Wheel The World, a quienes conoció el día que llegó al Hotel Las Torres Patagonia (jueves 27 de diciembre). “Ellos han sido absolutamente increíbles, son fuertes, tienen preparación física y una fabulosa actitud, que permitió que esta experiencia sea increíble para mí y mi esposa. Entre todos tuvimos una increíble relación, ¡Los vamos a echar de menos cuando volvamos a casa!”, expresó.
Respecto a su experiencia haciendo trekking por parte del circuito W (sector Grey y Cuernos) con este innovador sistema de apoyo, él cuenta que: “Fue difícil, no para mí en este caso, ya que el trabajo duro lo tuvieron los voluntarios que manejan el sistema de la silla. Pero también fue difícil para mí porque estoy acostumbrado a hacer todo con independencia. Fue una experiencia muy interesante”.
Asimismo tuvo palabras de agradecimiento para todas las personas que los atendieron en este lugar: “Todas las personas y en todas partes, desde el primer día han sido increíbles”, y aprovechó a recomendar la experiencia a quienes aún no se atreven a conocer este Parque Nacional: “Torres del Paine es un lugar increíble y sencillo de conocer. Requiere de esfuerzo logístico, pero hay agencias que lo pueden coordinar y lo vale”.
Cabe destacar que esta travesía en silla de ruedas no hubiera sido posible sin el apoyo de Reserva Cerro Paine, que estuvo a cargo de gestionar el alojamiento en los diferentes lugares que recorrieron. En este sentido, también se destaca el trabajo de los colaboradores de Hotel Las Torres Patagonia y Fantástico Sur que contribuyó a que Chris, su esposa y los voluntarios de Wheel The World pudieran tener una experiencia inolvidable.
No es primera vez que Reserva Cerro Paine y Wheel The World trabajan en conjunto, ya que en enero del 2017, el cofundador de este emprendimiento, Álvaro Silberstein, se convirtió en la primera persona con discapacidad y en silla de ruedas en realizar el circuito W. La importancia de estas acciones favorece a poder recibir a cada vez más visitantes con diferentes discapacidades en Reserva Cerro Paine y contribuye a hacer del Parque Nacional Torres del Paine, un destino inclusivo.
