Ante la inminente puesta en marcha de la Ley 20.920 que establece marco para la Gestión de Residuos, la Responsabilidad Extendida del Productor y el Fomento al Reciclaje, expertos en sustentabilidad proponen a las empresas realizar acciones previas para anticiparse a la norma.
La humanidad ha llevado los límites del planeta a extremos. Cada vez vivimos, con mayor frecuencia, catástrofes “naturales” ocasionados por el cambio climático, extinción de especies que han llegado a sus niveles más altos en los últimos siglos, y estragos en ecosistemas terrestres y marinos causados por los residuos generados en los últimos años, como señala el último informe anual del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPPC) de la ONU.
Sobre este contexto, una ley que regule cómo hacernos cargo de los residuos de manera sostenible y racional, parece una medida necesaria e inminente. En el año 2016 en Chile, se promulgó la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje, más conocida como la Ley REP, la cual ha sido retomada este año para su implementación. Con esta normativa, se obligará a las empresas productoras e importadoras de cierto tipo de productos a hacerse cargo de los residuos que generarán una vez finalice su vida útil.
Neumáticos, pilas, baterías, envases y embalaje, aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, son los seis productos prioritarios que la Ley promulgará, siendo la industria de neumáticos la debutante. A principios de octubre, se publicó en el diario oficial el primer reglamento de valorización y recolección para los neumáticos, el que informa que a partir del 2021, la meta de recolección y valorización establecidas es de recolectar la mitad de los neumáticos y valorizarlos en un 25%, es decir, la cuarta parte de los residuos deben ser aprovechados, obteniendo un nuevo valor como materia prima o para generar energía.
Aunque el resto de los productos prioritarios aún no tiene sus propios reglamentos, la gerenta en sustentabilidad de la empresa
CYCLO Sustainability, Gabriela Quintana, recomienda que las empresas actúen antes de que se establezca la Ley. “La ley de reciclaje establecerá metas y plazos de recolección y valorización para todos los productos prioritarios, eso es inminente, por lo que adelantarse hará que se reciba de mejor manera”, agrega.
Mariana Brüning, miembro de CYCLO Sustainability afirma que anticiparse a las exigencias de dicha Ley sin duda trae numerosos beneficios, lo que van más allá de su cumplimiento, y de evitar multas por no hacerlo. En primer lugar, la normativa propone acercarnos de a poco a un modelo más circular, lo que en muchos casos implica cambiar procesos, diseño y/o incorporar nuevos elementos que faciliten la recolección y valorización de los productos.
“Nuestros desechos tienen un potencial de comercialización o de poder reciclarlos como materia prima para producir nuevos producto o, incluso mejor, reducir su fabricación y uso si no son necesarios. Esto trae no sólo beneficios ambientales propios de la economía circular, sino que además beneficios económicos para la empresa como consecuencia de una mejora en modernización y eficiencia en sus procesos”, señala Brüning.
En segundo lugar, mientras antes comience una empresa su transformación hacia la Ley REP, más fácil será la gestión de residuos que deba realizar cuando todos los instrumentos de la ley estén dictados. “Si el cambio ocurre antes, la empresa se encontrará en una situación favorable y ventajosa durante la puesta en marcha de los reglamentos”, comenta la miembro de CYCLO Sustainability (www.cyclosustainability.com).
Por último, el hecho de que las empresas velen por el cuidado medioambiental va más allá de la normativa. “Hoy en día tenemos consumidores empoderados que exigen productos y servicios socio ambientalmente responsables y sustentables, conducta que se ha ido acrecentando en los últimos años y se espera que cada vez sea más común”, concluye.