La capital chilena se convirtió en la única localidad de América Latina seleccionada como finalista en la cita internacional de ciudades inteligentes, alcanzando con este reconocimiento, un posicionamiento mundial en cuanto a la creación de urbes más habitables.
Entre el 13 al 15 de octubre, más de 20 mil personas y representantes de 700 ciudades se congregaron en Barcelona para participar en la Smart City Expo World Congress 2018. Allí se discutía la transformación territorial, buscando dar respuesta al entorno urbano, movilidad, ciudades inclusivas, transformación digital, gobernanza y finanzas.
La delegación nacional fue liderada por la intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar y centró su participación en el proyecto “Corazones de Barrio”, promoviendo un modelo de gobernanza e inteligencia territorial basado en la inversión de recursos acorde a los intereses de cada sector dentro de la ciudad, el cual fue seleccionado como uno de los 7 finalistas para la categoría de ciudad inteligente.
Ser “inteligente”
“Bajar una aplicación móvil y saber que la micro llega en 5 minutos o está a 200 metros no es algo que ocurra en todas las ciudades del mundo, y en Santiago ya lleva funcionando un par de años. Eso es ser Smart”, explica Álvaro Echeverria, gerente general y co-fundador de SimpliRoute, empresa experta planificación y seguimiento de rutas de reparto.
Más en detalle, Echeverría expresa que la ciudad debe ser inteligente para poder predecir el comportamiento de la misma, poder ayudar a los ciudadanos a estar mejor conectados y empoderar a las comunidades. “Santiago está en una muy buena posición, es líder en utilización de e-commerce e internet y al no ser una ciudad extremadamente grande no es difícil tecnologizarla. Entonces, en un período de 5 años debiésemos llegar a ser uno de los líderes mundiales a nivel de Smart Cities”.
¿Cómo funciona hoy?
Un ejemplo más concreto es la solución que SimpliRoute ofrece al problema de ruteos de vehículos, conocido como VRP por sus siglas en inglés. Problema complejo de optimización que tiene como objetivo minimizar los costos de transporte asociados a rutas de reparto.
Para esto, SimpliRoute ofrece a todas aquellas empresas que necesitan resolver su propio VRP, una plataforma online de fácil uso que diseñe rutas eficientes en menos de 15 minutos. Ésta funciona a través de un potente algoritmo, el cual es sometido a mejoras continuas tras largos procesos de investigación y desarrollo, que integran la literatura académica más reciente en el área y la formulación propia de nuevas estrategias para mejorar la solución del VRP.
Por ejemplo, algunos clientes sólo pueden ser visitados en determinadas ventanas de tiempo, por lo que el algoritmo está diseñado de tal forma que sea capaz de integrar esta información antes de generar las rutas. Considerando también que los vehículos tienen capacidad de carga limitada, ya sea en peso o en volumen, por lo que las rutas sólo serán viables si es que cada vehículo soporta la carga a ser distribuida a lo largo de su ruta.