Por Luis Ángel Carrasco | Director Escuela, Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente UTEM
Somos un país sin memoria a largo plazo. Antes del año 2000, los fuegos artificiales eran comercializados sin límite a personas naturales y también a niños, lo que finalmente nos puso entre los “top ten” de los países de América, con niños quemados a causa de fuegos de artificio. Aun cuando todos sabemos que el fuego es peligroso, lo es aún más para un niño.
Esta batalla que se dio desde diferentes instituciones, tenía claro que los fuegos artificiales son ingobernables. La estadística demostraba que quemaban al operador y a aquellos que sin tener “arte ni parte” miraban la operación, porque también podían ser impactados por “la bengala”. Pues bien, en mayo de 2000, se logró la Ley 19.680 del Ministerio de Defensa Nacional, ley que prohíbe el uso de fuegos artificiales, la venta al público de fuegos artificiales y regula la realización de espectáculos pirotécnicos masivos.
Esto permitió que la estadística de quemados por esa razón, bajara, así como bajaron los incendios a consecuencia de los mismos fuegos de artificio.
Los espectáculos pirotécnicos realizados por profesionales también aumentaron sus exigencias, pero siguiendo la misma máxima que “los fuegos artificiales son ingobernables”. Estos han provocado incendios y accidentes, por malas ubicaciones, porque se insertan en lugares poblados, cerca de pastos y bosques, se evalúa de mala forma el riesgo, y adicionalmente, las personas insisten en acercarse a los lugares donde se activan o se lanzan los fuegos pirotécnicos, no respetando los rangos de distancia y seguridad.
Hoy sin embargo, la polémica se ha centrado en el ruido y el impacto en los animales, que me parece de toda atención y cuidado, pero no tenemos que olvidar que el fuego provoca incendios, quema a la gente, quema a los niños, y fundamentalmente porque los fuegos artificiales son ingobernables, se sabes dónde se activan y se disparan, pero no se sabe a dónde llegan, impactan y con qué consecuencias.