Cuando se trata de innovación, es esencial contar con algunas habilidades básicas para generar proyectos eficaces. Experto entrega cinco principales actitudes para que te transformes en un profesional de la innovación.
Pese a que el punto de partida es una buena idea, para tener éxito en innovación, se necesita mucho más. La socia y directora general de Trencadis, empresa asesora y consultora de innovación, Francisca Sepúlveda, propone cinco actitudes que ayudarán a potenciar el espíritu innovador y la capacidad de enfrentar los desafíos del cotidiano.
Detectar condiciones de cambio
“Un innovador deberá utilizar todas las herramientas posibles para mantenerse al tanto de las últimas tendencias del mercado, ya sea en política, economía, temas sociales, culturales, tecnológicos o científicos, entre otros. Si bien el flujo de noticias puede ser abrumador en la actualidad, categorizarla y complementarla con las opiniones de líderes es clave para hacerse una idea de lo que trae el futuro”, afirma Sepúlveda.
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Al desarrollar proyectos en lugares fuera de lo acostumbrado, observar los alrededores y conseguir información de fuentes locales puede favorecer a generar un mayor entendimiento de las necesidades de un espacio en particular. “Patrones, relaciones y los elementos que integran una sociedad, empresa o cualquier otro grupo complejo pueden ayudar inmensamente a la hora de trabajar en innovación”, comenta la socia de Trencadis (www.trencadisinnovacion.com).
Adelantarse a las tendencias
Las tendencias generalmente entregan pistas sobre el futuro de una industria, negocio o sociedad. Si bien estas pistas emergen de diferentes lugares y momentos de la vida diaria, Sepúlveda señala que es esencial desarrollar un mindset para poder detectarlas a tiempo y contar con la capacidad de análisis para saber si perdurarán en el tiempo o sólo serán modas pasajeras.
Replantear problemas
“Para ser realmente innovador, es necesario enfrentar los problemas y oportunidades utilizando una mentalidad diferente a la tradicional. En ese sentido, debemos desafiar el pensamiento convencional y cuestionar, desde el principio, cómo se generó el problema en cuestión o hacia dónde te lleva una oportunidad”, explica la socia de Trencadis.
Formar la intención
Tras cumplir con las actitudes anteriores, Sepúlveda aconseja que es necesario entrar en acción y comenzar a concretar el “intento” de innovar. Muchas veces, este intento está basado en una corazonada tras investigar un área en particular y determinar si es necesario arriesgarse para ser el primero, siempre que exista una buena evidencia y datos que puedan respaldar dicha corazonada.
“En un entorno tan competitivo como el actual y con tantas herramientas tecnológicas a disposición, la innovación precisa de un mindset distinto al tradicional, y las actitudes que se plantean acá son las ideales para desarrollar con éxito proyectos rupturistas y de utilidad para la comunidad”, concluye la social y directora general de Trencadis (www.trencadisinnovacion.com).