En un nuevo informe del Grupo Banco Mundial titulado High-Growth Firms: Facts, Fiction, and Policy Options for Emerging Economies (Empresas de alto crecimiento: Realidad, ficción y opciones de política para las economías emergentes) se reconoce que las extraordinarias capacidades de las empresas de alto crecimiento han despertado el interés de los encargados de la formulación de políticas deseosos de dilucidar cómo fomentar la creación de más empresas de este tipo para impulsar el rendimiento económico. El informe se basa a partir de un análisis detallado de la dinámica de empresas de Brasil, Côte d’Ivoire, Etiopía, Hungría, India, Indonesia, México, Sudáfrica, Tailandia, Túnez y Turquía.
Según dicho análisis, la relación entre productividad y alto crecimiento suele ser débil, ya que las empresas pueden crecer por diversas razones que no se limitan a la eficiencia técnica. Las políticas diseñadas para mejorar la dinámica de las empresas y promover la creación de empleo deben dejar de lado la atención selectiva en las empresas con alto potencial. En cambio, deberían respaldar lo que el informe señala como los tres aspectos básicos de la iniciativa empresarial orientada al crecimiento: a) la mejora de la eficiencia en la asignación de los recursos, b) la promoción de los efectos indirectos de empresa a empresa, y c) el fortalecimiento de las capacidades de las empresas.
“En muchos países, los modelos de crecimiento que pueden haber surtido efecto en el pasado deben dar cabida a nuevos desafíos y promover la creación de empleo”, dijo Ceyla Pazarbasioglu, vicepresidenta de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Banco Mundial.“Estamos trabajando con los países clientes con el fin de apoyar intervenciones de política adaptadas a los desafíos y a las capacidades de las empresas y los empresarios. En muchas instituciones públicas, la capacidad para aplicar tales políticas depende de su habilidad para facilitar la innovación, la productividad y el crecimiento de las empresas y, al mismo tiempo, observar y adoptar buenas prácticas mundiales”.
Según el informe, la mayoría de las empresas de alto crecimiento de los países en desarrollo abarcan diversos sectores y están ubicadas en distintas regiones, y casi todas comenzaron como empresas medianas o grandes. Por lo tanto, en el informe se recomienda que en las políticas públicas dirigidas a facilitar el dinamismo y el crecimiento de las empresas no se insista excesivamente en el tamaño, el sector, el contenido tecnológico o la ubicación como los criterios para seleccionar las intervenciones en materia de políticas.
Se recomienda, igualmente, mejorar la calidad y la accesibilidad de los datos a nivel de las empresas, ampliar el uso y el alcance de las evaluaciones de las políticas, además de fortalecer las capacidades de las instituciones para promover la iniciativa empresarial. Todos estos aspectos son prioridades fundamentales para la aplicación eficaz de políticas que fomenten un alto crecimiento de las empresas.
“Mantener un alto crecimiento es un desafío para la mayoría de las empresas. Un aspecto central de las conclusiones del informe es el reconocimiento de la importancia de la innovación, los vínculos internacionales, las redes, las buenas prácticas gerenciales y el acceso al financiamiento para propiciar episodios de alto crecimiento”, dijo Najy Benhassine, director del Departamento de Prácticas Mundiales de Finanzas, Competitividad e Innovación del Banco Mundial. El informe derriba mitos acerca de que el alto crecimiento se asocia a determinados sectores y a si las empresas son de alta tecnología o si recién comienzan, o ambas cosas. “Poner un mayor énfasis en políticas basadas en pruebas para facilitar estas vías probablemente reporte más dividendos en términos de productividad y crecimiento de las empresas que la búsqueda, a menudo fútil, del ´próximo unicornio´”, agregó.