Por Santiago Machado, Director General de Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos
Hace unas semanas ingresó al Senado el proyecto de ley que termina con el requisito de tener mínimo 20 trabajadoras en una empresa para acceder al beneficio de sala cuna. La reforma incluye a todo colaborador cotizante, incorporando por primera vez a asesoras del hogar, mujeres independientes con hijos menores de dos años y quienes trabajen en empresas de menos de 20 mujeres. Además, busca extender el derecho a sala cuna a todos aquellos padres que tengan el cuidado personal de sus hijos.
Esta nueva ley permitirá a Chile seguir avanzando en materia de equidad, ya que terminará con la histórica discriminación laboral hacia las mujeres, disminuyendo además los costos asociados a la contratación femenina. Lo anterior, sin duda, generará que aumente la participación laboral femenina, que en Chile este año llega al 49,1%, muy por debajo del 60% que promedian los países de la OCDE. Por otra parte, al tratarse de un beneficio universal, se estima que reducirá la pobreza de un 8,6% a un 4,4%, de acuerdo al Ministerio Secretaría General de la Presidencia.
Lo anterior no es menor y su impacto en la economía chilena es mayor aún, ya que de acuerdo al informe de productividad de la iniciativa, el universo de posibles beneficiarias alcanzaría a las 233.177 mujeres que actualmente no forman parte del mercado laboral, incrementando así la cifra de participación laboral femenina a un 52,1%, lo que equivale a 1,6 puntos porcentuales en PIB de Chile.
Otro aspecto de gran relevancia y que también es un paso importante en materia de igualdad, es el ingreso de más de 700 mil niños menores de dos años al sistema de educación preescolar, entregándoles nuevas oportunidades de desarrollo y educación temprana, ya que en esta materia aún estamos al debe como país, si consideramos estudios de la OCDE que señalan que en Chile solo el 56 % de los niños entre 0 y 3 asiste a educación preescolar, cifra por debajo del 78% en promedio de los países OCDE.
Sin bien aún hay muchos aspectos que definir, especialmente en lo que respecta a financiamiento, hay que considerar que los niños serán los grandes beneficiados con esta iniciativa, ya que la educación preescolar es clave en el desarrollo cognitivo de los menores. Al respecto, estudios de la UNICEF son enfáticos en señalar que la etapa comprendida entre los 0 y los 3 años de edad es el período en el cual se sientan las bases del desarrollo posterior de la persona.
Brindarles a los niños y niñas acceso a condiciones de estimulación y cuidados apropiados desde los primeros años de vida es tarea de todos y así debemos entenderlo.