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Tras cada elección de diseños en los distintos espacios que WeWork tiene, hay un estudio previo desde el barrio en el que se encontrará como en la cultura del país.
Vistas privilegiadas a lo alto de Santiago, con una mirada de 360º, muebles rupturistas, colores vibrantes, cafeterías comunes y una música de fondo, son algunas de las cosas que sorprenden al entrar al primer WeWork Chile en la calle Apoquindo. El nuevo lugar de espacios colaborativos abrió sus puertas la semana pasada, creando una nueva comunidad que incluye importantes corporaciones a nivel mundial, hasta emprendedores y pymes, para lograr un espacio con diseños vanguardistas que buscan la comodidad y dinamismo para quienes usen sus oficinas.
WeWork hoy se posiciona como la tercera Startup más importante a nivel mundial luego de Airbnb y Uber. Matías Lloveras, Director Creativo de WeWork para LATAM, comenta que tras la elección de cada color, mueble y pieza de arte de cada uno de los espacios que diseñan, hay un estudio previo, buscando crear lugares cómodos, elegantes, funcionales y energizantes.
En la actualidad, WeWork está presente en 24 países y 85 ciudades alrededor del mundo. Chile Apoquindo se incorporó a las más de 300 ubicaciones existentes a nivel global y 30 en América Latina, convirtiéndose en el sexto país de la región donde la transnacional está presente.
El arquitecto comenta que no les tomó mucho tiempo saber qué es lo que deseaban lograr con el diseño de estas primeras oficinas. “Chile es un lugar rico en cultura, y con una identidad clara, lo que más se quería lograr es que se sintiera la vibra local, manteniendo los estándares globales”, dijo Lloveras.
La Startup busca que cada nueva ubicación se sienta muy local, por lo que se estudia desde el barrio donde se encontrarán y los colores que quieren agregar, hasta la vista, plantas, artistas locales y más. Cada espacio busca diferentes ambientes dentro de un mismo edificio con cualidades especiales en cada uno de ellos, de modo que una misma persona pueda transcurrir un día ordinario en la oficina cambiando su espacio de trabajo de acuerdo a sus necesidades: desde salas privadas y cabinas telefónicas, hasta espacios más relajados, abiertos y colaborativos, haciendo que cada día sea menos monótono y rutinario, pero a su vez funcional.
“El foco de WeWork es que nuestra comunidad entienda que juntos somos mejores y dar la mejor experiencia en el espacio de trabajo. Eso es lo que transmitimos en el diseño de cada uno de los espacios que creamos; todo está pensado en que todos sepamos quién es el que trabaja en la oficina de al lado y podamos colaborar unos con otros en un ambiente donde todos se sientan bien”, comenta Lloveras.
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